capítulo II

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Suena el timbre del recreo y todos nos levantamos para ir al bufet, mientras caminaba en dirección a la puerta de salida me choco con alguien...
-Perdón- dijimos a coro, levanto la mirada y veo que se trata de Blas Martinez. Antes no había podido notar el color de sus ojos, pero viéndolo de cerca, así como está ahora, me doy cuenta que son de un color celeste medio verdoso...aunque  en ese momento no me detuve a pensar en el color exacto, solo quería que me tragase la tierra, supongo que me puse colorada como siempre
-Tranquila, no pasa nada- me dijo, mientras con su mano derecha tocaba mi hombro para que yo me tranquilice, pero eso, de alguna forma, me ponía mas nerviosa y terminé dejando salir de mi boca una risa nerviosa; luego me sonrió y... Wow no había notado que tenía una sonrisa tan hermosa..basta Abigail, controlate, deja de mirar sus labios que se va a dar cuenta...-bueno...debo hallar la cafetería- concluyó, sacó la mano de mi hombro y siguió su camino

-¡Esperá!- grité y Blas se dio vuelta. ¿Esperá dije? ¿En serio? ¿Porqué hice eso?

-Me decís a mi?- preguntó mientras daba pequeños pasos en mi dirección.
Vamos Abigail pensá algo !

-e..ee..¿sos nuevo verdad?- pregunté finalmente. ¿Es en serio Abigail Hernández? ¿acaso no se te ocurrió algo mejor que eso para decir?.

-Si. De echo el profesor  hizo que me presente delante de todo el curso hoy. ¿no me viste ?

-Ay no me di cuenta, soy un poco despistada...-se hizo un silencio bastante incomodo por lo que decidí agregar...- dijiste que debías encontrar la cafetería...puedo acompañarte si querés

-Si. No hay problema, vamos. Gracias

-Bien.. seguime es por acá- dije haciendo un movimiento con la mano como invitándolo para que me siga

-Y... hace cuanto tiempo estas en el Instituto?- preguntó..parece que quería sacar tema, bien. Eso es buena señal. Por lo menos le di una buena impresión

-Siete años ya... pero...quien los cuenta?- Digo y me río como si hubiese contado el chiste del año

-Al parecer vos- dice riendo -yo no duro más de dos años en el mismo colegio, mi madre se muda mucho, y  como aun vivo con ella, yo también lo hago.  se ve que todavía no encuentra el lugar indicado para quedarse. Espero que éste sea el definitivo porque hay cosas muy lindas por acá

-Si...Buenos Aires es muy lindo

-Si, pero no hablo solo del paisaje- hizo un leve guiño, eso fue para mi? na, no creo...¿por qué diría que soy linda alguien como él?. Seamos sinceros, llevo puesto un uniforme horrible, no tengo puesto ni una gota de maquillaje en la cara, no me esmeré por mi peinado esta mañana y precisamente no soy la chica a la que le dicen piropos; mas bien soy a la que tratan de rara. Además a penas si me lavé la cara. Digamos que justo hoy no estoy en mi mejor momento

-A... así que...sos nuevo en el vecindario también ?

-Si; Uhmm no te pregunté tu nombre, estoy hablando y dándole mis datos a una completa desconocida- sonríe y deja de caminar, yo me también me detengo y me doy vuelta para mirarlo porque lo había dejado un pasito atrás, no esperaba que él se detenga en pleno camino...

- ¿Estás bien?- dije con un tono un tanto preocupado...

- Si. Perfecto, me cansé un poco, por las escaleras, y no comí nada esta mañana...supongo que es eso. parece que bajamos muchas escaleras y no me di cuenta- hizo una risa falsa. -¿Seguimos ?- continuó.

-¿Seguro estás bien?- levante las cejas, ya se que no lo conozco... pero quizá le pasaba algo y yo como buena alumna y compañera que soy tendría que ayudarlo y avisarle a la enfermera. O darle respiración boca a boca, que la verdad no me molestaría para nada. Ya, hablando en serio...si le pasaba algo, debía saberlo

-Tranquila. No me pasa nada...sigamos

-Okay, vamos
Nos dirigimos en dirección a la cafetería sin decir palabra alguna. Una vez que llegamos él me dejó pedir primero...Yo sólo tomé un agua y un tostado de jamón y queso. Y me dirigí a una mesa vacía. Siempre estaba sola, a no ser por el tiempo en que me juntaba con mis dos mejores amigos: Ramiro y Agustina. Pero hace tiempo no los veo. A Ramiro no lo veo desde que dijo el año pasado que sus padres planeaban cambiarlo de instituto para este año, y Agustina se mudó, si mal no recuerdo, hace cinco años, pero sigo teniendo contacto con ella por redes sociales y todos los días hablamos por skype. por lo que ahora estoy totalmente sola, a no ser que sea época de exámenes y alguno venga a querer hacerse mi amigo para que lo ayude...en fin, estaba sola en aquella mesa de la cafetería y veo que se acerca León Blas con su comida y se sienta en la misma mesa que yo

-¿No te molesta verdad?- apoya su bandeja en la mesa

-No. Claro que no

-¿Solo eso pediste?

-Si...es que comí mucho en el desayuno- mentira. En mi casa ni siquiera tuve tiempo de pegarle un mordisco a una tostada- no me da mucha hambre a esta hora, voy a comer mas tarde.

-Te entiendo, a veces me pasa igual- dijo mientras abría el papel en el que venia envuelto el sandwitch que se había pedido-no me dijiste bonita- dice mientras le da el primer mordisco

Me dijo que era bonita!! No lo puedo creer, esto no me está pasando! ay no me digan que es un mujeriego y que quiere conquistar a cualquier chica que se le crucé en frente. Es la única razón lógica por la cual me diría bonita a mi, justo a mi.
Lo miré, le sonreí y tomé mi agua- decirte que? pregunte mientras trataba de sacarle la tapa a la botella

-tu nombre. Te pregunté y no me respondiste. Sabés que es una falta de respeto no... contestar las preguntas de... tus... compañeros?- dijo arrugando su frente como si lo que hubiera dicho no tuviera sentido 

-Cierto. Me había olvidado

-¿Y no me vas a decir ?

-Perdón es que estoy peleando con esta tapa hace rato- estaba concentradísima en poder destapar la bendita botella de agua que ya estaba haciendo que pierda la paciencia

-Y por lo visto viene ganando, ¿querés que te ayude?- estira la mano, le di la botella porque era un caso perdido, parecía que estaba sellada, como si formara parte del resto del plástico que conforma el cuerpo de la botella

-No vas a poder abrirla, esta como dibujada- me río- es como una broma pesad...

-Listo, toma. había que girarla nada mas, como siempre

-Seguro se te hizo fácil por que ya había hecho yo el trabajo de desajustarla. gracias igual- ambos reímos 

-¿ves ? estoy hablando con una completa extraña, hasta favores le hago. Mi mamá siempre me dijo que no hable con extraños y mirá; me estás haciendo desobedecer- nuevamente hizo el gesto que hace cuando dice algo que no tiene sentido

-Ok ok- dije riéndome- no queremos que desobedezcas a "mamá Martinez" verdad? Abigail. Abigail Hernández. Ese es mi nombre. Podes decirme Abi si querés 

 -Es muy hermoso nombre y te queda perfecto. ¿Segundo nombre no tenes o ese es el único?

-Es el único- conteste sonrojada por su comentario anterior, que no paso desapercibido - ¿Tu nombre es León Blas Martinez no?

-Si. Que buena memoria! podes decirme solo Blas, prefiero ese antes que León

-Los dos nombres son lindos. Pero como quieras...te voy a decir Blas. En eso suena el timbre que indica el final del horario del almuerzo. -bueno..creo que debemos ir al aula a seguir con las clases

-si, supongo que si...fue un placer conocerte, espero sigamos hablando- me guiño un ojo y se levantó para ir al aula

Me levante de la mesa en la que estaba sentada, tomé mis cosas y tire los residuos en el tacho de basura, estaba acomodando la silla cuando siento que alguien me toca el hombro

Darlo Todo Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora