4

76 5 3
                                    


Como iba diciendo, el colegio para mi era como un parque de atracciones, o mas bien como un bufet de comida libre.

Digo buffet, por que todos podrían ser posibles victimas de mi osadía. Pero no siempre me encontraba con ánimos de esconder un cadáver. A demás ser asesina no es un secreto que se pueda ir contando por ahí, así que ninguna de mis amigas sabia nada.

Asi que como todas las mañanas me dispuse a ir al colegio.

Desayuno lo mismo que las personas normales. ( No os vayáis a creer que por que me guste la sangre beba sangre y desayune intestinos de mis victimas) Soy una persona de lo mas normal.

Cuando salga a la luz todo el mundo dirá algo parecido a : Era una chica adorable, me ayudaba en la compra y me saluda cuando sacaba a su perro. No entiendo como matar a tanta gente...

Tenia hambre y en mi casa no es que abunde la comida. Mi padre se fue de casa nada mas nacer yo. Asique a demás de mi hermana mayor y mi madre vivía sola. Podría decirse que ninguna de los dos dormia en casa nunca.

Mi madre se desvivía por trabajar y siempre estaba de viaje. Y bueno mi hermana... es de las que podríamos llamar fácil. Hace tiempo que perdí la cuenta del numero de chicos que traía a casa o del numero de chicos que la recogían. A cada cual mas rarito que el anterior. Un abanico de chicos hacían cola en el instituto para poder recogerla.

Lo sé, todo lo opuesto a mi.

Por lo que básicamente vivía sola en casa. Estaba desayunando  cuando apareció Luisa.

-Jeff, hoy Pau se siente generoso y ha decidido llevarte al cole y ahorrarte la caminata.

-Oh que majo por su parte- dije sin una piza de alegría. -Pau, ¿ no es el de los martes? Hoy es lunes hermanita. Estas perdiendo práctica. -contesté mientras me metía una cucharada de cereales en la boca.

- Vete a la mierda Jeff. Es mejor que camines hasta el instituto, así mueves un poco el culo. Has ganado peso estos últimos mese ¿ no te parece?

- Es cierto algunas no hacemos tanto ejercicio como otras..- contesté mientras pasaba mi lengua por dentro del moflete.

Lui me dejó en paz, no sin antes tirarme el bol de cereales con leche encima del pijama.

La odiaba mucho. Pero no la podía matar, era mi hermana. Hasta yo tengo mis principios. A demás tampoco pasaba mucho tiempo en casa asi que tampoco la tenía que soportar muy a menudo.

~º~

Cuando llegué al colegio Marisse me estaba esperando, tal y como le dije, en la entrada del cole.

Bueno, como le dije yo desde el móvil de su novio. Tenia pensado empezar el dia con un poco de sangre.

Esa niña era un total desperdicio de la naturaleza. No sabía vestir, insultaba a sus padres, se creía superior a todos, abusaba de sus hermanos, maltrataba a su perro, y para finalizar era el maton femenino del instituto. Tenia el tamaño de un ogro y pocas veces se duchaba.

¿Y TENÍA NOVIO? si. Yo misma lo planee todo. Le robé el móvil al inútil de Brad, del que siempre había estado enamorada Marisse. Asique con un solo SMS ella se convenció de su amor. El pobre Brad ha vivido asustado y amenzado por Marisse para que no le deje.

Ahora es mi labor ayudarle. Asique voy a matar al ogro.

Tampoco fue muy emocioinante, pero la adrenalina lo hace todo tan genial...

En cuando Marisse me vio lo primero que hizo fue echarme, pero le dije que venia de parte de Brad, que se había retarasado y que lo esperase en el parque. Un sito abandonado, y solitario, al lado el instituto y al que nadie va desede años.
Un sitio perfecto para matar.

Una vez allí me retrasé unos pasos por detrás de Marisse y le golpee la capeza con un bate de béisbol.

Lo tenía todo preparado. Cayó redonda al suelo.

Al otro lado del parque había un puente de metal que daba a un pequeño riachuelo.

Con las piernas atadas, la colgué boca abajo del puente. Cundo se despertó, me miró con los ojos  suplicantes al igual que todas mi víctimas y dicen siempre lo mismo. Es agotador... el dia que innove le perdonaré la vida a mi víctima... pero entonces ya me habría visto la cara... pensándolo mejor, la mataría igual.

- Jeff, por favor bájame. ¿Qué hago aquí? por favor ayúdame.- gritaba sollozando.

- Callate. Por dios Marisse tienes una voz de lo mas irritante... me levantas dolor de cabeza lo sabes verdad.

- SOCORRO, POR FAVOR QUE ALGUIEN ME AYUDE.- gritaba a todo pulmón.

- Querida Marisse, nadie te va a oir,este sitio esta completamente alejado de la civilización, asi que no te esfuerces. Estas bocabajo así que cuanto mas te muevas mas rápido te baja la sangre a la cabeza. Y entonces morirás rápido y quiero verte sufrir un poquito más...- saboreaba cadapalabra, este era el mejor momento del día seguro. Marisse seguía lloriqueando y pidiendo perdón, y haciendo las típicas gilipolleces que saben que no les va a servir de nada, pero aun así las hacen. Idiotas.

-¿ POR QUE ME HACES ESTO JEFF?

- ¿ Por que me lo preguntas? ¿ Te vas a sentir mejor si te lo digo? ¿Te va a ayudar a vivir? No. Asique no te lo pienso decir.

-ESTAS LOCA JEFFERSON OJALA TE PUDRAS EN EL INFIERNO.

-Oh ya te aseguro que si. No me estas diciendo nada que no sepa. Tengo un lugar reservado en el infierno: el trono. Pero hasta llegar ahí, pienso hacer todo lo posible para merecérmelo.

-Por favor suéltame y no le diré nada a nadie te lo juro. por favor... Oh dios mio... Por favor Jeff, lo siento... Por favor suéltame...

- AY QUE TE HE DICHO DE HABLAR. - Me senté en la orilla del rio para ver desde abajo su muerte. -  COMO VUELVAS A HABLAR TE VOY A CORTAR LA LENGUA.

- NO...- lloraba y las lagrimas le caian por la cara. Empezaba a tener la cara roja por la acumulación de sangre. Y los tobillos estaban rojos de sangre de la presión de las cuerdas. Era todo un espectáculo.

- ¿Sabes que? Te voy a liberar de tu sufrimiento.

- OH GRACIAS DE VERDAD GRACIAS, JEFF TE JURO QUE NO SE LO CONTARÉ A NADIE. YO...

-Ah ¿ pero que crees que vas a salir con vida? No querida, te voy a cortar la garganta.- un grito ahogó su llanto.

-Por favor Jeff..

-¿QUE TE HE DICHO DE HABLAR MARISSE? ¿ QUE HE DICHO QUE TE HARIA? DIMELO.

-Me.. me cortarías...me cortarías la len..gua.-ahora empezaba a hiperventilar.

- Puf, me va a aquedar un cadáver bastante feo sin lengua, pero es un sacrificio que estoy dispuesta a hacer. - no pensaba cortarle la lengua, que asco. Solo quería atemorizarla. Asique me acerqué a ella con un cuchillo.

Su cara estaba centímetro de la mia y sus lagrimas le llegaban a las cejas. Es lo que tiene la gravedad.

-Shh, no llores. Todo acabará pronto. Sabes que lo has hecho mal y sabes que te mereces morir.- su contestación fue una absorción de mocos.- Ves como no era tan dificl. - dije con la voz calamda y dulce.- Ahora abandonarás esta vida e iras al infierno. No te preocupes es lugar fantástico y pronto seré tu reina. Adios victima numero tres.

Y con estas palabras le corté la garganta. La sangre goteaba por su cuello y se resbalada por sus orejas. Roja, liquida y caliente sangre fresca caía al rio donde se mezclaba con el agua.

Pronto seria noticia: APARECE NIÑA COLGADA EN UN PUENTE CON LA GARGANTA DESGARRADA, POSIBLE ASESINO SUELTO. NO SALGAN DE SUS CASAS.

Mmmm suena tan bien...

Nací para esto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora