[CANCELADA] No Soy Humana.

4

Salí corriendo y, con el ruido, Dean se dio de cuenta de que estaba allí. No me teletransporté, me gustaba notar la adrenalina corriendo por mis venas. Noté como Dean empezó a perseguirme y yo corrí mas rápido con una sonrisa en la cara, giré. La curva era cerrada pero no era la primera vez que corría por callejuelas así que apoyé un pie en la pared y me impulsé hacia delante antes de seguir corriendo. Al ir tan rápido se me quitó la capucha de la sudadera y dejé ver mi pelo en una coleta. El callejón no tenía salida y cuando llegué al final me di la vuelta y vi a Dean agotado mirándome aun con la bandana. Sonreí ya que se había dado de cuenta de que era yo.

- ¡Bu! -dije riéndome y teletransportándome a mi casa.

Me quité el pasamontañas y unos segundos después llamaron a la puerta.

- ¡Valerie, abre! -dijo la voz de Sam.

- No se porque tendría que hacerlo. -dije tranquila poniéndome los cascos del móvil.

- Porque has pintado a mi bebé y me debes una disculpa. -dijo con tono serio el mayor de los hermanos por lo que me reí.

Seguían llamando a la puerta, sabía que no solo querían entrar por eso, Dean tendría más preguntas y Sam también querría respuestas.
Amenazaron con tirar la puerta pero no les hice caso. Solo me levanté y puse una mano en la puerta mientras ellos cogían carrerilla para darle de costado con los hombros. Cuando noté con su golpe en la puerta hice un poco de presión para que no la rompieran.
Ni se movió, sonreí por ello.

- No sabía que los ángeles fueran tan cobardes. -dijo Dean con un tono divertido.

- Acabarás quemándote, Dean Winchester. -dije abriendo la puerta y matándolo con la mirada.

Sam se acercó a mi pero lo lancé lejos.

- Puede que sea al revés.

- No estés tan seguro. -dije mientras el se acercó a mi e intentó pegarme un puñetazo- ¿Nunca te han dicho tus padres que es de mala educación pegarle a las chicas? Ah y una advertencia, no todas son frágiles.

Le aplasté un poco los nudillos por lo que puso una mueca de dolor e incliné ligeramente la cabeza hacia un lado.

- Y yo, soy tan frágil como tu. -dije soltándolo.