Md:*entre en mi habitación, comienza abrir las cortinas dejando así que los rayos del sol choquen con mi rostro* hija es la hora de levantarse ya
Yo: *gruño con los ojos todavía cerrados y coloco la cabeza bajo la almohada* dejame dormir mama
Md: no te lo voy a decir dos veces *se deshace de la manta que tenia sobre las piernas* levantate ya no te lo pienso decir más
Yo: *suspiro cabreada y empiezo a abrir un ojo lentamente* vale mama ya me levanto
Md: pues rápido que se te hace tarde para ir al instituto *me da el bocadillo y sin ganas lo tiro encima del escritorio*
No le contesto a lo ultimo que me dice, me incorporo perezosamente y me quedo sentada al borde de la cama, con la mirada perdida como es normal en mi cada mañana. Cuando me hago a la idea de que me tengo que levantar, me bajo de la cama y voy hacia el baño en completo silencio. Al llegar aquí me miro al espejo y
me sale una pequeña sonrisa al ver mi aspecto de zombie que parece no haber comido en su vida. Debido a que la noche anterior no me deshice del rímel que contenían mis pestañas rizadas, al levantarme se había corrido bajo mis ojos, haciendo que pareciera que tenía unas grandes ojeras negras. Había dormido con una coleta, pero claro al haberme acostado todos los pelos que no tenia sujetos se salieron, provocando que pareciera un verdadera loca. Hago mis necesidades de lo más tranquila, cuando termino me cojo de nuevo la coleta, pero esta vez me sujeto bien todos los pelitos más cortos con un ganchillo, me miro al espejo por última vez y salgo del baño para volver a mi habitación y elegir algo que ponerme. Ya que me da tanta pereza pensar, me pongo lo primero que pillo; un pantalón vaquero bastante ajustado, una camiseta de mangas cortas con el símbolo de súper man. Por encima me pongo una chaqueta de cuero roja y me calzo unas mustang blancas.
Voy hacia la cocina donde mi queridísima madre me tiene preparado mi amado cola-cao y mi croisant, como todas las mañanas. Vale podéis pensar que soy una gorda pero no, todo lo contrario, estoy bastante bien de cuerpo.
Después de tomarme mi súper desayuno, vuelvo a entrar en mi habitación para ponerme, como todas las mañanas, un poco de rímel. Vale lo reconozco, no puedo vivir sin un poco de maquillaje.
Busco con la mirada mi móvil, el cual encuentro sobre la cama con el cargador todavía enchufado. Cojo mi aparato electrónico y me lo guardo en el bolsillo trasero del pantalón. Vuelvo en silencio a por mi odiosa mochila de 5kg por lo menos, no sé para que quien que llevemos todas esas cosas si después no utilizamos ni la mitad de ellas. Vale ya estoy lista para marcharme al infierno, miro el reloj y... ¡MIERDA! ¡Llego tarde! Salgo de casa lo más rápido que puedo, tanto que no me despido ni de mis padres, e incluso ni de mi perra.
Tardo siete minutos andando para llegar al instituto, cuando normalmente, saliendo con el tiempo de siempre tardo quince minutos. Me apunto en el libro de incidencias, aunque solo había llegado cinco miseros minutos tarde. Subo las escaleras como una bala, cojo un poco de aire para que no se note que he estado corriendo y toco. Por suerte a primera tenía con mi tutor y se que me perdona el haber llegado un poco tarde.
P:*ríe al verme* llegas tarde Ferrer, la próxima le pongo retraso.
Yo: si profesor, no volverá a suceder *sonrío dejando la mochila sobre la mesa y sentándome al lado de mi mejor amiga*
P: bueno te cuento de que hablamos *asiento, indicándole que siga hablando* ¿te acuerdas del crucero de fin de curso verdad? *vuelvo a asentir* estamos poniendo la fecha, se ha establecido para dentro de... *lo interrumpe la peor persona que podía hacerlo*
J: no le diga nada profesor, así no tengo que aguantarla *ríe irónicamente, mientras con la silla apoyada en la pared se balancea un poco*
Yo: Oviedo *me giro a mirarlo* ojalá te caigas de esa silla y nos dejes en paz a todos un poco, y hablo en nombre de todos porque la mayoría no te soporta *vuelvo la mirada hacia el profesor, indicándole que siga hablando*
ESTÁS LEYENDO
María
RomanceOs voy a contar historia de amor que rompe todos sus esquemas, que cambiara una relación de odio entre cuatro personas por una bonita relación de amor. ¿Pero que pensaríais de todo esto si os digo que nada es lo que parece, que nada es color de ros...