Capítulo 4

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Estaba en la clase de spining, sudando muchísimo, pero solo lo hacía para no martirizarme más con las palabras de aquel chico. Se que aquel chico me había hecho sentir que podía con todo, me había hecho sentir única ¿pero que fue lo mayor que me hizo sentir? Me hizo sentir querida por un chico que nadie creía que podría llegar a hacer lo que hizo en su día. También se que lo ayudé a cambiar, pero también se que él me ayudó a cambiar a mi en su momento, pero después también obligó a ser la persona que soy ahora mismo. Después de esta gran reflexión, bajo de la bicicleta y me seco en sudor con la toalla de deporte, bebo un poco de agua y me dirijo a los baños para cambiarme de camiseta. Busco mi bolsa de deporte por todo el vestuario, pero no la encuentro. ¿dónde la habré puesto? Escucho los pasos de alguien entrando en el vestuario, pero no les doy importancia y sigo pesando el lugar donde he podido poner mi bolsa.

X: ¿buscas esto?

Elevo la cabeza. No necesitaba verlo para saber de la persona que se trataba ya que su voz lo delataba. Me giré poco a poco, sin moverme del sitio y lo miro extrañada ya que no sabía que hacía él con mi bolsa.

Yo: ¿qué haces tú con mi bolsa? ¿y cómo sabes que estoy aquí?

X: primero, siempre o casi siempre estás aquí o con tu mejor amiga y ya que al preguntarle a ella no sabía donde estabas solo quedaba este sitio *por sus ojos se que mentía* y dos, dame las gracias por haber llegado a tiempo o te hubieras quedado sin nada *me tira la bolsa*

Yo: pues en ese caso... gracias *le sonrío y se da la vuelta para salir* Dani espera... *lo agarro del brazo* ¿estás bien?

¿Y todavía con lo que te hizo, te sigues preocupando por él?
Tú callate y métete en tus problemas.
Mis problemas son los tuyos, que no se te olvide que soy parte de ti.
Que sí, que sí.

D: nada estoy bien *mira al suelo* deberías cambiarte o enfermarás

Yo: *le levanto la cabeza* puede que hace tiempo que no estemos juntos pero un día te hice una promesa y esa no la voy a romper por mucho daño que me hicieras

D: *me mira a los ojos* fui un verdadero gilipollas, que dejó ir a lo que más quería, que se dejó llevar por el físico de una chica

Yo: *suspiro* Dani, eso ya es cosa del pasado, olvídalo ¿si?

D: ese hecho sigue formando parte de mi y de mi presente *desvía la mirada*

Lo miro durante unos segundos y me abrazo a él, dejo caer la bolsa a mi lado y con cuidado coloco mis manos al rededor de mi cintura. Cierro los ojos y empiezo a recordar todos aquellos momentos bonitos que pasamos juntos, todas aquellas caricias que nos dimos en el pasado, que de una forma u otra seguía siendo parte de mi presente también. Él fue el único chico que de verdad entró en mi corazón, que me hizo ser mejor persona y que me hizo aprender a querer con el corazón.
Noto como deposita sobre mi cabeza un suave beso a lo que yo sonrío como el primer día que lo abracé.

D: necesito que me perdones, necesito escucharlo de tus labios *susurra a mi oído* por favor...

Yo: *suspiro* se que te equivocaste y se lo mucho que te dolió que te dejara, pero he visto que has cambiado, ya no eres aquel chico chulo que conseguía a cualquiera, pero para perdonarte solo necesito saber una cosa

D: *me mira confundido* dime lo que sea

Yo: ¿estás con Nicoll? *trago saliva antes de escuchar su respuesta*

D: *sonríe aliviado* claro que no, ella es el prototipo de chica que a mi no me gusta y tu mejor que nadie lo sabe

Yo: es una rubia sin cerebro y una manipuladora, la chica lo tiene todo *río y provoco la risa de mi acompañante*

D: ¿entonces me perdonas?

Yo: claro que si bobo *sonrío* bueno anda me voy a cambiar después nos vemos

Entro en unos de los baños y me quito la camiseta quedándome en sujetador. Escucho como se abre la puerta a mi espaldas y me doy rápidamente la vuelta mientras me cubro con las manos.

Yo: ¿pero qué haces aquí? Te dije que esperaras fuera, Dani

D: lo siento, pero no podía aguantarme las ganas de verte así *me mira a los ojos*

Yo: *río* anda sal de aquí pervertido *lo empujo con una mano*

D: vale vale ya me voy *rueda el pomo un par de veces* no es por asustarte pero... esto no abre

Yo: ¿que?! No puede ser

Dejo caer la camiseta al suelo para intentar abrirla y al darme cuenta de que me falta algo en la parte superior me doy la vuelta y me encuentro a Dani mirándome, mientras se mordía el labio inferior. Busco mi camiseta con la mirada pero no la veo por ningún sitio. Veo por el rabillo del ojos como Dani está cada vez más cerca de mi, cosa que no me gusta.

Yo: ¿has visto mi camiseta? *niega* la acabo de dejar caer y ya la he perdido *río*

Se queda en silencio mirándome mientras busco por todas partes mi camiseta. Sigo viendo como se acerca cada vez más a lo que yo voy retrocediendo poco a poco, hasta que termino pegando la espalda a la maldita puerta que se queda trancada. Apoya una de sus manos en la puerta mientras roza mi brazo y con la otra aparta el pelo de mi rostro colocándolo tras la oreja más cercana. Me mira a los ojos durante unos segundos, estamos en completo silencio, solo se escucha es ruido de nuestras respiraciones y creo que de lo rápido que me va el corazón, se están oyendo mis latidos.

D: dame una última oportunidad y juro no hacerte daño *susurra cerca de mis labios con los ojos cerrados*

Yo: *sonrío y susurro* ¿quieres otra oportunidad? Entonces ganatela Daniel Oviedo

D: te juro que me la ganaré, Talia Marrero *susurra y abre los ojos para encontrarse con los mios*

María Donde viven las historias. Descúbrelo ahora