Twenty Words.|YoonMin|

Cauce.

Suspiró, cinco.

Con esta eran cinco veces que el menor caía tratando de realizar un movimiento. Jimin golpeó el piso con su puño cerrado por cuarta vez, parecía más exasperado que minutos antes.

Habían pasado la mañana pegados el uno al otro sin decir nada, Jimin durmió la mayor parte del tiempo abrazado a su cuerpo, eso hasta que el estómago de ambos protestó por algo de alimento.
Ambos salieron abrigados (Yoongi tuvo que robar un abrigo de Namjoon, ninguno de los suyos podía cerrar alrededor del pecho del menor) a una pequeña cafetería a un par de cuadras a la redonda. El castaño no había dicho nada más, después de ordenar una simple taza de té, pero aún así Yoongi tomó su mano durante todo el rato, aún cuando pago la cuenta y tuvo que realizar una serie de malabares para apañárselas con su billetera.

Caminaron lentamente escuchando sus pasos golpear contra los sucios charcos de agua en el suelo. Las personas corrían de un lado a otro y el ruido golpeaba con fuerza sus oídos, entonces pensó que era gracioso como la vida de las personas fluía tan rápidamente como un río en una caída sin control, hasta que un día inesperado, el cauce se detenía para ti.
Jimin se detuvo abruptamente haciéndole parar en el proceso, estaban justo frente a su edificio, un par de minutos más y ambos se podrían meter de nuevo bajo el calor de las mantas.

"¿Puedes venir conmigo?" La pregunta de Jimin había sonado aún algo lejana, pero la acción había hecho a Yoongi sentir momentáneamente feliz.
Asintió dejándose llevar por el menor justo a la cera contraria, Namjoon tenía razón el edificio parecía apuntó de caer. El menor lo condujo a través de las escaleras hasta el pequeño pasadizo, bastante oscuro y algo húmedo y abrió la puerta en un movimiento limpio, haciéndole entrar primero. Ambos se deshicieron de sus chaquetas y zapatos dejándolos caer sin cuidado en la entrada.

Era pequeño, una habitación prácticamente vacía forrada de espejos.

Se dejó caer recargando su peso sobre una columna, Jimin había caminado hasta el otro extremo de la habitación, antes de que una melodía fluyera a través de las paredes.
Yoongi reconoció inmediatamente la melodía, había sido la misma de días atrás donde la figura del menor golpeaba con la fuerza y la elegancia de la lluvia.

"Me gusta este sitio, a pesar de lo horrible que luzca. Me hace sentir en una época distinta", una pequeña sonrisa nostálgica apareció en el rostro del menor.

Yoongi pensó que un Jimin vulnerable era ciertamente hermoso, pero un Jimin sonriendo podría terminar guerras.

"Baila Jiminnie" soltó sin pensar, haciéndole sonrojar segundos después, apartó la mirada de la del menor, parecía quemar.

Yoongi espero que el menor se negara, pero después de todo aunque Yoongi conoce a Jimin no lo hace por completo.

Y el menor bailo. Una serie de movimientos estructurados, colocados a propósito para seducir al más incautó y al más astuto.
Jimin ya no lo veía a el, su mirada estaba concentrada en su postura, aún sin ser un conocedor Yoongi podría apostar que la ejecución y la precisión eran perfectas.

Hasta que en un mal giro su cuerpo cayó. Yoongi trató de ponerse de pie, pero el menor lo corto en seguida "No, está bien. Puedo hacerlo"

Y retomó cada movimiento, cada giro.

Parecía estar a punto de lograr algo, pero nuevamente cayo.

"Esta bien, está bien"

Repito la acción tres veces más antes de que Yoongi decidiera que fue suficiente.

"Ella solía golpear mis rodillas con su bastón si no lo hacía bien" rio un poco infeliz dejándose caer por completo en el frío suelo, cubría sus ojos con su antebrazo. Yoongi únicamente se tumbó junto a él.
"No eres un robot, mocoso. Los movimientos no se planean, fluyen" imito una voz femenina. "Hazlo bien esta vez Jiminnie, hazme sentir orgullosa".-continuó. "Esperaba pacientemente y golpeaba mis rodillas aún en la madrugada".- sollozo sin descubrir su rostro.

"Lo hice Hyung, finalmente fui aceptado, finalmente lo logre".-río, el rubio asintió dejándole, paseo sus dedos a través de su melena ligeramente mojada por el esfuerzo de hace unos minutos, esperando pacientemente.

"No logre hacerle sentir orgullosa, no pude decirle. Ahora no volverán a golpear mis rodillas".

El mayor se acercó lo suficiente sin dejar de acariciar, "Esta bien Jiminnie, yo golpeare tus rodillas.".- promete apartando sus manos, el rostro de Jimin está mojado y rojo, pero eso está bien, Yoongi no puede si quiera imaginar una manera más perfecta de definir aquel término del que su madre hablaba tan soñadora mente.

Cauce: Concavidad del terreno, natural o artificial, por donde corre un río, un canal o cualquier corriente de agua.

//Bueno, oficialmente quedan una actualización más y comenzaría con la historia vista desde el punto de Jimin, porque realmente aquí no explicó nada de él.
Estoy tratando de actualizar una vez por semana, pero como este capítulo de verdad por primera vez me ha gustado como me ha quedado, tal vez suba el final mañana o pasado. Esto tiene casi el doble de palabras, I'm so proud. :')
Muchas gracias por el amor a la historia, de verdad me pone muy feliz :').
Pregunta...
¿Les gustaría que únicamente separara la historia de Yoongi de la de Jimin por una "pausa" y la continuará dentro de este "libro" o abriera otro?
No se, para lo que les acomode más.
Creo que eso es todo, os quiero.
Palliyong.