Sol no se había levantado con el pie derecho, mas bien, había logrado desprenderse de su cama con esfuerzo cayendo con el costado izquierdo de su cuerpo.
Ella solo esperaba que aquélla absurda y quizás supersticiosa acción no significara nada aquél día.
Luego recordó lo que le había prometido a su querido Andrés.
Ella tan solo suspiro y con un suspiro frustrado se resigno a lo que le preparase el día. Ella solo esperaba poder cumplir.
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El autobús no pasaba y ella ya estaba malditamente atrasada. El único lado bueno es que vio gente nueva perteneciente a su misma escuela, lo malo de eso, es que ella siempre ha sido tan jodida mente tímida para iniciar un tipo de conversación de aquélla manera.
"Que se mueran todos."
-.
A fin de cuentas no había llegado atrasada, solamente casi le cierran la puerta en la cara, pero en el fondo no había sido más que ella siendo exagerada.
No era su día.
A ella le hubiese gustado haberse quedado en su cama, acostada y tibia e incluso quizás con su querida mascota aun lado ya que siendo sinceros, a su madre le importaba muy poco si ella asistía a clases, sin embargo, aquél día había un trabajo en grupo.
Y bueno, Andrés era parte de ese grupo.
Sol llego al punto de preguntarse como a podido aguantar hasta este momento del día el no tocar de "más" a su querido amigo, ni siquiera le ha proclamado aquél amor eterno que siempre dice tener.
Definitivamente Sol se ha estado tragando todo su amor.
Y seguramente aquello no le sabe muy bien.
Andrés esta a su lado, y ella debe resistir, resistir a la tentación de romper la promesa hecha la noche anterior que en realidad todo mundo sabe que no tiene gran significado porque ¡Por Dios! Fue hecha a través de un ordinario mensaje.
No hay tensión, es ella la que siente eso, mentalmente se esta rindiendo, ella asume que no tiene un buen auto control.
Sol mira fijamente a Andrés y su cuerpo poco a poco se acerca más a el de él, ella solo sabe que quiere abrazarlo , y de alguna forma sentirse mejor o mejor dicho, limpiar aquello celos estúpidos que sintió a lo largo de la mañana cuando el miraba, tocaba y hablaba con aquella chica de cabellos ondulados llamada Liliana.
- Para eso… - Andrés le mira con una ceja alzada en clara señal de advertencia- Tu~ - le señala con el dedo índice - Prometiste que no me ibas a molestar más.
Molestar.
Sol hace con su rostro un sobre exagerado gesto de frustración.
Molestar.
Ella solo suspira y le observa levantando sus manos en una señal de derrota.
-Vale , lo acepto , pero es que ¡Es inevitable!- suelta una pequeña risa que suena sincera.
Después de aquello ella se concentra en terminar el dichoso trabajo tratando de suprimir sus inútiles impulsos.
Ellos terminan antes y después de eso Sol solo se dedica a hablar con su amiga Liz, ellas empiezan a hablar de cosas triviales, como por ejemplo el chico que a su amiga le "atrae solo un poquito" y que es solo unos pocos años menor.
-.
Después de aquello todo sigue normal o igual , al llegar a su casa no hay nadie y ocupa su tiempo en mirar aquel techo en el que a veces se imagina tantas, tantas cosas.
Sol solo resiste dos días sin dar una muestra verbal de cariño.
Ella tan solo resiste un día más sin abrazarlo o tocarle.
Y definitivamente la rutina no resiste y vuelve a ser lo mismo de antes.
Ella es débil por no poder resistir, pero es que cuando se trata de el, ella no tiene resistencia.
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• he doesn't believe it•
Teen FictionSol es la chica que le dice a todo el mundo que le ama en un tono juguetón. Andrés es el amigo de sol que quizás esta enamorado de ella. Ella quizás solo le amaba a el y sólo podía decir sus sentimientos a través de aquellas "bromas" y quizás algún...