22.Profundo.

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Y allí estaba Sol, junto a Andrés , dentro de aquel gimnasio de su escuela.

Había sido un pequeño trozo de papel el encargado de hacerle saber a Sol de que debía hablar con Andrés en el primer receso dentro del gimnasio. Cuando esta había estado buscando una respuesta en mitad de la clase miro a Lizzi, quien le había dado un gesto de "has lo que creas correcto"

Si bien aquella mañana Sol sabía que debía de darle una explicación, y particularmente contarle sobre su partida al finalizar el año, no había pensando de forma clara lo que le diría. Por un momento pensó en simplemente decir "Hey! Mi madre quiere irse lejos y debo ir con ella" o simplemente hacerle creer que fue un arrebato de enojo y todo fue una vil mentira, que no se marchaba a ningún lugar, para luego, al final, simplemente desaparecer.

Realmente nunca haría lo ultimo, puesto que era algo realmente infantil y cruel.

Y retomando, ambos estaban parados uno al lado del otro, apoyados contra la rugosa pared del lugar, mientras Andrés soltaba un suspiro y arqueaba una de sus cejas, es cuando Sol simplemente se dijo a sí misma que era una estúpida que tenía una infinidad de imaginación, pero que sin embargo , esta jamás servía para este tipo de casos.

-Yo...yo realmente siento mucho lo de la otra noche, pero es que de verdad tú habías acabado con mi paciencia.- empezó Sol , con voz moderada, no queriendo que aquellas palabras salieran con rapidez y brusquedad por su garganta.

-Ya, yo también, perdón- dijo de forma técnica Andrés, y no, no es que él quisiese hablar así, él realmente a veces no era bueno con las palabras, le costaba expresar lo que sentía y aquello era una de las principales razones por las que usualmente se guardaba todo para sí mismo. Jamas sabrás lo que está pensando.

- Pero igual tu reacción fue algo exagerada. Ahora,por favor explica lo otro que me dijiste.- pronuncio a la vez que su voz disminuía.

Sol soltó un pesado suspiro -Vamos a sentarnos primero. -dijo a la vez que dejaba que su espalda se deslizase por la pared hasta quedar completamente sentada en aquel piso. Andrés hizo lo mismo.

- Listo.

-Lo que pasa es que estaba enojada, ¿bien? No es la forma en que quería decirlo, pero me voy...-Le miro directamente a los ojos por tan solo un par de segundo, para luego, bajar su mirada- me voy a final de año, justo después de la fiesta de graduación.

- ¿D-demaciado lejos? - el de pálida piel tenia un semblante de confusión, y muy dentro de si, algo más.

- 7 horas en avión ¿sabes? Creo que es bastante lejos.-

- y todos los demás ya sabían...-

-Lo siento, pero es que, tu justo faltaste y, bueno... No tuve otra oportunidad...- En aquel momento el celular de Sol vibro, interrumpiendo así, la conversación más profunda que alguna vez tuvo con él.

Era el sonido de cuando te ha llegado una notificación, Sol, quizás un poco bastante fuera de lugar, desbloqueo su móvil y reviso el a que de debía, mientras Andrés estaba expectante. Era un mensaje directo.

Y joder que no era buen momento para que le llegase un mensaje de Francisco en el cual le invitaba a salir un día de estos , y realmente Sol no debía de haber contestado un "ya veremos" junto a un grupo de desordenadas letras para simular risa.

- ¿Vez? Y se supone que yo te gusto. - habló en el momento en que Sol ya había guardado su teléfono en uno de sus bolsillos.

- ¿Y? -contesto desafiante- ¿Qué hay con eso?, y por favor no vuelvas a decir un "se supone" ¿Es que acaso no te das cuenta de que te trato jodidamente diferente? - paso una de sus manos por su cabello.

Andrés permaneció en silencio hasta que se levantó del piso y miro hacia el resto del patio.

- Pues, no te entiendo. - le estiro una de sus manos- ven, ya van a tocar.

Sol sujeto de su mano, pero la soltó en el mismo instante en que logro ya estar de pie. Ambos empezaron a caminar a través del gimnasio, uno al lado del otro sin decir palabra alguna. El timbre sonó, tal como Andrés lo había predicho tan solo un momento antes.

-Realmente me hubiese gustado haber sabido esto antes, al igual que los demás. - decía a la vez que subía las escaleras junto a un tumulto de alumnos.- Sabia que los demás sabían algo y ¿Sabes qué? Me sentí excluido de algo del cual me entere no de una buena manera.

Y ambos ya habían llegado a su salón de clases. Y ambos se mantuvieron en silencio hasta quedar cada uno en sus correspondientes puestos. Andrés hablo con Lilian junto a la chica de a su lado y Sol pensó y dibujo absurdos bosquejos en la ultima hoja de su cuaderno.

Y nada más.

Y por mucho tiempo, la mente de Sol estaba en silencio.

Se sintió mal.

Pero no lastimada.

Sintió que había hecho algo malo, y quizás había provocado algo a el otro.

Y al llegar a su hogar, no miro su monótono techo.


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