El Comienzo

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Era una fatídico día, las nubes luchaban contra el sol, mientras que el viento acompañaba a las hojas que bailaban al ritmo del cantar del risueñor. De repente sentí el impulso de viajar, y conocer la tierra que está llena de vida, África. No pude ir a este deseado lugar hasta después de estudiar mi carrera de veterinaria, en Oxford University. Estuve ahorrando hasta que conseguí el dinero que necesitaba, pero mis padres fueron los que me dieron el pequeño empujón económico que me llevó a mi sueño.

No sentí está ambición hasta que empecé a leer el libro de mi abuelo, donde contaba con detalle sus aventuras en este magnífico lugar. Esa misma tarde embarqué en un barco que me llevaba directamente a África, iba en busca de la fauna, quería aprender de los animales. Mi principal objetivo era encontrarme con un león de melena negra, lo que sería bastante difícil, y necesitaría una gran paciencia.

En aquellos días en los que me sentía pérdida y sola, siempre tenía a mi leal perra, Menta, era una Shih-tzu, y aunque fuese pequeña sabía cuidarse por si misma, no le tiene miedo a nada ni a nadie, era cariñosa, tranquila y obediente. Menta tiene una mirada penetrante, pero con una gran dulzura en el fondo, su pelaje es de un suave color gris y negro como el carbón, también tiene unas patas fuertes como rocas, y una cola larga y tan suave como el pétalo de una rosa.

La Tierra Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora