Decisiones

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Día 1

Tras un apacible viaje, llegué a mi destino. Me permitieron quedarme en un pueblo sencillo, donde aparentemente reinaba la armonía. Mi cabaña estaba hecha de una madera bastante vieja, pero resistente, y la única cosa que tenía dentro era una pequeña mesa. Coloqué un gran mapa de África en la pared, para poder ver el continente que siempre quise visitar desde pequeña, pero iba a empezar por Sudáfrica, en el Cabo Oriental.

Después de establecerme en el pueblo, me puse en marcha, estuve horas y horas caminado por la misteriosa Sábana, pero lo único que logré encontrar fue un grupo de gacelas histéricas, que huyeron según verme.

Después de este día cansino, me senté a la luz de la luna, viendo como las estrellas brillaban a la vez que mis párpados se cerraban lentamente, mientras que sonaba de fondo el ligero batir de las alas de los pájaros.

La Tierra Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora