Capítulo 1:
"el comienzo de algo grande"-¡Alguien que la detenga! -gritó uno de los trabajadores, a la par que apuraba su paso para seguirme junto a otros 3 hombres por los pasillos de la pequeña feria ambulante. Por mí parte solté una corta risa, guié mi cuerpo hasta la parte trasera de las carpas utilizadas como tiendas y frené en seco para enfrentarlos-. ¡Ladrona!
-¿Así que cuatro contra una chica indefensa? -una de mis manos se colocó en un de los costados de mi cintura, mientras que la otra contenía una manzana roja que había tomado de su puesto con mucho cuidado, pero al parecer no tanto.
Aquellos hombres, de contextura algo grande, no contestaron, y se fueron acercando poco a poco a mí.
Bueno, al parecer tendría que tomar medidas. Solté un bufido y abrí mi mano libre con un poco de fuerza, para que así saliera fuego color azul de ésta. Ellos abrieron los ojos impresionados, para luego gritar y salir corriendo en dirección contraría a mi, a la par que gritaban blasfemias sobre mí.
Puse mi capucha y comencé a caminar hacia un lugar desconocido, no tenía en mente donde podría ir ahora. Tal vez buscar algún lugar para descansar algunas horas. Estaba en el centro de San Francisco, ya era de noche, no había absolutamente nadie en las calles, los locales cerrados, y cada persona se hallaba en su hogar, disfrutando de una linda cena con su familia.
Son estos los momentos en donde la ciudad se puede apreciar de una forma diferente. Durante el día, las calles suelen ser muy alegres, rodeadas de vida, y con gente portadora de una gran sonrisa, a saber cuáles de todas ellas eran reales, estoy segura que la minoría. Aún así, contagian esa limitada felicidad, sea falsa o no, ocasionando colores y ruidos diversos.
Mi mente suele jugarme malas pasadas la mayoría del tiempo. La paranoia era mi mejor amiga junto con el silencio, pero gracias a que esta parte de mi cuerpo está todo el tiempo alerta, sentí unos pasos detrás mío, sólo solté un pequeño suspiro, algo cansada; Y doblé hacía un callejón completamente oscuro.
Una vez ya en el callejón, descansé mi espalda contra una de sus paredes, esperando a que, lo que creía como amenaza, se apareciera.
Eso hizo.
Acorralé a la persona que suponía que me estaba siguiendo, y lo confirmé, cuando dobló en el mismo lugar que yo.
Era un chico, con los ojos color azul cielo, algo impactantes y atrapantes. Estos eran muy bien acompañados por su cabello oscuro como la misma noche.
-¿Por qué me estabas siguiendo? -lo tomé por la camiseta, y lo estampé contra la pared de ladrillos donde antes se encontraba mi espalda.
-Yo... Uhm, no te alteres, ¿sí? -achiné los ojos, interrogándolo con la mirada, esperando a que siguiera hablando-. ¿Me podrías soltar? Por favor.
-Un pedido algo extraño, teniendo en cuenta que me seguías, ¿no crees? -no aflojé para nada el agarre, al contrario, sólo lo presioné más.
-Sí, lo capto. Lo siento -alza las manos en señal de que no pretendía hacer nada, aún así no me fié-. Sólo queremos hablar contigo.
¿Queremos?
No le demostré que me alteré ante la referencia en plural que hizo, pero sí volví a alertar a mis sentidos. Y haciéndole creer que le daba confianza, lo solté lentamente, sin emitir ni un sonido. Tal vez así el acompañante de éste se relajaría de igual manera que él.
Sentí como los vellos de mis brazos y nuca se erizaban, indicando lo que creí que pasaría. El compañero del oji-azul estaba a tan sólo unos pocos pasos de nosotros, a punto de tomarme de uno de los brazos, por lo que volteé en ese mismo momento en el que rozó mi antebrazo.
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Ojos de fuego azul: la hija de Hades. [EN EDICIÓN]
Science FictionSu calor interno puede ser devastador o armónico cuando surja, dependerá de ella en qué se convertirá. Su alma tiene el poder de salvar o aniquilar la tierra y todo lo que es conocido. El reclamo de la primera muerte recitó el comienzo de la destru...