Las pocas hojas que quedaban entre lo que alguna vez fue una gran ciudad caían con el fuerte viento caluroso que quemaba todo lo que se encontrara en su camino, en las ruinas cubiertas de árboles enormes, aquellos que fueron presencia de mitos se escuchaba como el viento levantaba las piedras que se encontraban sueltas, y las azotaba fuertemente en la selva, lo único que quedo como recuerdo de la civilización, era un edificio en forma piramidal hecho de piedra, se escuchaba el crujido de los años, que sonaba por todo. En aquel edificio se encontraba un extraño ser hecho de piedra y obsidiana que dormía milenariamente en aquella estructura, aquel ser; fue el máximo protector de aquella ciudad que hoy solo quedaba una enorme selva y piedras regadas por todas partes, aquel ser era conocido como ¨El gigante de piedra¨, que despertaba cada cien años en busca de comida, aquel ser llevaba tiempo sin despertar, desde aquel incendio que arraso con toda la ciudad menos con él, el gigante de piedra llevaba siglos durmiendo en el mismo lugar, en un gran templo que se encontraba por debajo de la tierra y servía como su centro de adoración, en aquel templo subterráneo que comunicaba con todos los pueblos del mundo, sin que nadie lo supiera solamente los muertos que vagaban por las ruinas como si estuvieran en busca de algo, pero una mañana en que el calor convertía todo el lugar en un infierno, se escuchó un estruendo que fue aparar en todo el mundo, el gigante de piedra se había levantado y su pueblo no estaba ahí para ayudarlo solo los muertos que jamás se alertaron y siguieron vagando por la selva, el gigante de piedra se levantó dejando un enorme hueco en la tierra, en donde después serviría como refugio para miles de pájaros e innumerables guacamayas de todos los colores, después de dejar aquel hueco en la tierra, el gigante de piedra fue en busca de su pueblo, se dirigió a la selva y empezó a arrancar arboles como un demente, los arrancaba y comía con desenfreno hasta que una ardilla que yacía comiendo en un árbol que el gigante de piedra quería comer le dijo- Espera gigante, no me comas- el gigante busco entre la selva aquella voz escurridiza que retumbaba por el eco de las cuevas que sirvieron de minas, el gigante grito - ¿En donde estás?- la ardilla le gritaba que bajara el árbol, el gigante pensó por un momento. y se arrodillo bajando el árbol, al momento en que el gigante bajo el árbol la ardilla lo quedo mirando y le dio un gracias y salió corriendo del lugar, el gigante le grito que no se fuera, pero la ardilla hizo caso omiso y siguió corriendo ocultándose en una cueva cercana, el gigante enfurecido arranco todos los árboles y aplasto todo lo que se encontrara en su camino, al caer la noche el gigante voltio a ver a la luna y refeliono sobre su ataque de ira, y dijo - pero que he hecho-. En aquel preciso instante una cometa paso rápidamente atrayendo su atención, vio por horas el firmamento que ofrecían las estrellas, a minutos de que saliera el sol, miles de guacamayas salieron de aquel hoyo que hizo el gigante al salir, lo había utilizado como refugió después del ataque de ira del gigante, el gigante se levantó de donde estaba y dio la media vuelta. vio pasar a las guacamayas luciendo sus colores, vio el sol y como se iba ocultando la luna, y comprendió las maravillas que él había destruido después de su ataque de ira. El gigante se cuestionó hacía donde iba la luna, y salto al espacio y se perdió en el hasta la eternidad...
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Diez Cuentos Cortos
CasualeMuerte, tristeza, tercera persona, versos, catástrofes y variaciones, se resumen en diez cuentos...