Tan sólo una mirada

110 37 16
                                    


Aún recuerdo como con tan sólo una mirada, podían robar mi corazón y usarlo a su antojo. 

Me desviví por muchos amores, 

que terminaron en amontonarse como corazones rotos.

Fui la que dio, la que quitó, y a la que le arrebataron, 

pero aquí sigo, viva, más fuerte que nunca, 

más valiente que siempre. 


Ya nadie puede robarme el corazón con una mirada,

al menos que hable por sí sola, y lo que te susurre en el alma

sea hermoso.


Mi corazón es de Dios, mío, y de mi esposo. 


Tan sólo una mirada; es lo que necesitas para verte al espejo, 

y amarte.

Últimas PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora