Te vuelves pequeñito, muy pequeñito
Te metiste en mi cabeza,
hiciste una casita muy bonita ahí,
tanto que no sales frecuentemente,
ni siquiera a tomar sol.
Ya te hiciste una rutina diaria;
corres en las mañanas,
llegas y limpias la casita sacando el polvo de las tristrezas,
te echas un baño en mis emociones,
te sientas a leer mis pensamientos con una tazita de mi amor con mucha azúcar,
y cuando ya es hora de irte a dormir, me dejas un beso como una lucecita encendida para que no me sienta sola.
Y descansas, descansas en mi mente dandome paz.
ESTÁS LEYENDO
Últimas Palabras
PoesíaTengo una promesa que cumplir Mis últimas palabras fueron esa promesa Se las dediqué a ella, que tanto me amó Ahora, la nueva versión de mi las trajo de regreso Para hacerlas realidad. Entre mis poemas tristes y versos felices, Dios está conmigo y c...