Capitulo 6

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Están llamando a la puerta, ¿a quién se le ocurre tocar mi puerta en plena madrugada?

Me levante adormitada, medio abrí la puerta y me volví a acostar cerré los ojos pero cuando escuche:

— ¿Qué ha pasado chaparrita? Ya son las 7:30 tenemos que irnos

Los abrí de golpe ¿Jonathan? ¿Qué hace en mi cuarto-azotea?

Levante la cabeza para mirarlo y asegurarme de que él era

Y efectivamente hasta ya estaba listo, llevaba una chaqueta de cuero sobre una camiseta y unos jeans rasgados

—creí que eras Laurita

— ¿Quién es ella?

Lo mire sorprendida, no me había volteado a ver todavía, estaba muy concentrado viendo mi cuarto-azotea. Típico, no sabe quién le hace de hartar todos los días

— ¿no sabes quién es Laura?

Se puso a pensar por un instante pero luego dijo:

—eso no importa ahorita la pregunta es Por qué... ¡¿todavía estas en pijama?!

No le respondí porque cuando me di cuenta de que estaba observándome detalladamente, me acorde que ayer me había dormido con el cabello mojado, ¡ya me imagino el desmadre que tendré en mi cabeza! Y ni mencionar lo hinchados que tendré los ojos por la lloriquera de anoche

—Te ves...—dijo mientras continuaba viéndome

—Sí, sí, si horrible ya lo sé—dije interrumpiéndolo

—Iba a decir muy linda pero si tú quieres ser realista no hay problema—dijo mientras caminaba en dirección al pequeño balcón con su ya conocida sonrisita (la cual no extrañaba mucho debo decir)

—Bastardo—le dije mientras le tiraba una almohada, él la esquivo facilmente y empezó a reír pero cuando vimos que se callo por el balcón, el me voltio a ver asustado y yo le correspondí de igual manera, me apresure para asomarme a ver si le había caído a alguien, mejor dicho para ver si la señora no se había dado cuenta.

Pero cuando nos acercamos para ver hacia abajo, el chofer estaba viendo para arriba y la almohada estaba al lado de él, le mire con cara de disculpas antes de acordarme de mi apariencia, metí rápido mi cabeza y Jonathan al ver mi expresión empezó a reír y yo no tarde mucho en imitarlo y así pasamos un rato hasta que el vio su reloj y dijo:

—Ya es tarde Daniela y mira tus fachas, vamos, no hay tiempo para que te bañes—dijo mientras se dirigía a mi ropero

— ¿estás loco? ¿Cómo se te ocurre que no...?

—Shhhhh mas tarde peleamos, ahorita no hay tiempo señorita—dijo mientras abría mi ropero

Empezó a revisar mi ropa y saco unos jeans blancos y una camiseta negra la tendió en la cama y empezó a revisar entre mis zapatos

— ¿cómo es que tienes toda esta ropa y solo usas tus vestiditos esos?

— ¿algún problema con mis vestiditos? —dije mientras ponía mis brazos en jarras

—te los enumerare de camino al instituto, ahorita no

—Jonathan...

—vamos ¿Qué esperas? Ya es muy tarde

—Jonathan

—¿te imaginas? Hoy nos van a castigar bien fuerte...—dijo y puso unos tenis negros sobre la cama

Siempre Has Sido TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora