Weiss pasó la noche debajo de un árbol, el aire helado la despertó y sentía los ojos pesados por haber llorado toda la noche. Movió un poco su cabeza para verificar sus cinco sentidos; le dolían varias articulaciones pero, con desgano, se puso de pie, ayudándose con el tronco.
Caminó varias horas sin saber a dónde ir; el cuerpo le pasaba mucho, aunque sabía que el peso venía acompañado de mucho dolor. La cabeza le dolía y no podía borrar los gritos de Ruby, que se hacían más fuerte en su mente mientras caminaba; lo que le impidió escuchar las voces de soldados que estaban patrullando el bosque, tuvo que tomar carrera al ver que se venían sobre ella.
-¡Atrápenla! ¡Es el monstruo blanco!
¿El monstruo blanco? No había entendido qué podía significar eso. Podían haberla etiquetado así por lo que andaba con Ruby, ella se había transformado en algo que para los guardias de Atlas, seguramente llevaría un nombre similar.
El aullido de un lobo, no muy lejos de ahí la hizo cambiar de ruta, escuchaba pasos veloces cerca del bosque. Recordó que a las afueras de la ciudad, habían dejado la máquina del tiempo. Continuó corriendo hasta llegar a ella, ingresó sin más, se abrochó el cinturón y apenas sintió más pasos cerca, cerró la cabina y apretó el botón.
-¡¡Weiss no!!
El grito familiar desde afuera la hizo reaccionar, abrió los ojos al reconocer la voz de Ruby y comenzó a golpear la puerta mientras tocaba todos los botones, intentando detener la máquina, pero ya era tarde. Desapareció en segundos.
A penas se abrieron las puertas, salió a mirar las afueras con la poca fuerza que tenía, pero ya no había nada, sólo la pequeña brisa en la punta de un monte.
-Ruby... -susurró.
Ni siquiera ella entendía por qué había vuelto a usar la máquina. Se sentía estúpida y a la vez traicionada por su cuerpo, que lo sentía tan pesado que no pudo dar más de cinco pasos para luego caer al verde pasto. La pequeña punta de las hojas rozaba una de sus mejillas; hacía frio, pero no como antes de viajar.
-Lo siento... De verdad lo siento... -solloza- Si estás viva en esta línea... No te encuentres conmigo... Soy tu peor error... -comienza a llorar.
Lloró hasta que su cuerpo se adormeció y su mundo oscureció por completo, no podía moverse ya. Sólo podía escuchar una voz en su mente, que no reconoció.
Ella espera su momento. Aquella que quiere despertar y crear. Su interior lleno de veneno desea sacar. Cuando la tierra sea cenizas y el infierno, hielo; ella recordará el dolor y fuego que tapaba sus pulmones. Podrá presenciar sin ver y saber sin aprender. Los demonios tomarán vida y cada semilla se extinguirá. Cuando despierte, podrá escribir un nuevo libro. Respirar otro aire y explorar otros océanos. Pero todos sus esfuerzos sacrificarán vidas. Los sueños escritos por el tiempo, estarán muertos.
Entre tanta oscuridad, podía escuchar voces; algunas conocidas y otras no. Comenzó abrir los ojos lentamente y la primera figura que vio no logró reconocerla.
¿?: Ha despertado –avisa, girando el rostro.
Ruby: ¿Weiss? ¡Weiss! ¿Estás bien? –la observa preocupada.
Los ojos de la peliblanco se abrieron de golpe.
Ruby: Tiene fiebre todavía tío Jhin.
Jhin: Se ve pálida. No tiene color en la piel, deben faltarle vitaminas –se levanta de la silla y sale por la puerta.
La morocha toma asiento mientras espera que la persona que se puso de pie volviese. Weiss no podía dejar de mirar a aquella persona que tanto apreciaba, no sabía qué hacer; si contarle lo sucedido o continuar fingiendo algún desmayo.
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White Wolf (En pausa)
RomancePrimero quiero aclarar antes que nada que no siempre sigo el mundo exáctamente como lo diseñó Monty, suelo cambiarlo o agregarle cosas. Saludos! Sinópsis: Desde que Ruby se volvió líder del equipo RWBY, Weiss intenta demostrar que ella puede ser mej...