Una figura enorme apareció por la puerta y se dirigió al cadáver, se quedó contemplando el cuerpo inerte unos momentos y luego empezó a dar vueltas por el aula mirando el suelo, como si buscara algo. Yo me estaba esforzando por no hacer el más leve ruido y a la vez no dejaba de mirar por la rendija solo para intentar vislumbrar la cara del individuo.
De pronto, sin darme cuenta, la figura desapareció de mi rango de visión y me puse a mirar desde mi escondite a cada rincón que se me pudiera pasar por alto. Hasta que de repente un ojo apareció frente a mi justo al otro lado de la rendija. Me había encontrado.
Su cara estaba tapada con lo que parecía ser una bolsa de basura hecha jirones, la que sólo dejaba a la vista uno de sus ojos y su boca llena de dientes demasiados puntiagudos para ser una boca humana. El ojo se empezó a estirar dando a entender que sonreía y dijo:
- Parece que ha llegado un juguete nuevo.
Se me heló la sangre al escuchar estas palabras, casi me empezaba a dar por muerto. Sin embargo, el asesino se levantó, se dirigió a la puerta mientras volvía a provocar aquella horripilante sonrisa que había escuchado antes en el pasillo y desapareció.
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Un Asesino En El Instituto
HorrorHabía tenido que volver por la tarde a por unos apuntes que se me habían olvidado en el instituto, pero no sabía que iba a vivir la peor pesadilla de mi vida.