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Me encantaban los cuentos de hadas, las princesas y los finales felices, todo eso de los principes azules y hadas y calabazas que se convierten en carruajes y brujas que te envenenan con manzanas o una bestia que termina siendo un hermoso príncipe.

Me gustaba porque mi padre siempre me llamó princesa, "princesa, ¿qué cuento quieres está noche?", "princesa, ¿quieres chocolate?", "princesa, está Harry Potter en la tele".

Para mi siempre fue princesa, cuentos, palabras bonitas.

Pero tu eras más universo, más hechos que cuentos.
Siempre fuiste más de lo que podía imaginar, una infinidad de cosas veridicas.

Yo era más fantasía.

No funcionabamos, pero me gustaba imaginar que sí.

No quería soltarte...

Hasta Que Te Olvide.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora