The Dragons [EN EDICIÓN]

Capitulo 7: "Recuerdos Oscuros"

Me tranquilicé un poco, lo extrañaba mucho y me alegraba que él estuviera bien, por lo visto él también me había extrañado, porque no tardó mucho en intentar cubrirme con sus enormes alas y tratar de acercarme más a su cuerpo con sus grandes patas, yo estaba acariciando su cabeza con delicadeza, necesitaba estar con él, después que me pasa algo él siempre va a estar hay.

Me separe de él y puse mis manos en cada lado de él y lo empecé a acariciar lentamente.

-Te eche de menos Eliot....-Él me entendió y me respondió con un gruñido tierno, muy delicado y suave, haciéndome entender que el también.

Después de acariciarlo por unos varios minutos, él se separó de mis manos y de un rápido movimiento me tiro al suelo y me empezó a babear con su lengua.

-Eliot.... Ya.... ¡Basta!- Me obedeció, pero después dejo caer su cabeza en mi cuerpo aplastándome un poco y respirando muy cerca de mi cara.

-¡Auch! Eliot me aplastas. - Le dije con un poco de dificultad, estaba pesada su cabeza, me estaba haciéndome costillas su respiración, me encantaba que este de juguetón conmigo, era un Dragón feliz y libre.

Luego de que alzara su cabeza y que se levantase, yo intentaba pararme y limpiarme toda la baba que Eliot me había dejado con mis manos, luego de levantarme camine hacia el río y me agache para tomar agua con mis manos y limpiarme la cara, Eliot camino conmigo y se quedó viendo cada movimiento que yo hacía, después de limpiarme la cara, agarre un poco de agua y se la arroje en la cara a Eliot.

Se asustó por un momento y movió la cara de un lado a otro para secarse la cara, me miro por un momento y se acercó al río para tomar agua, yo estaba riendo de la expresión que puso, luego me distraje por un momento con el paisaje y de repente Eliot me arroja todo el agua que estaba en su boca hacia mi cara, desconcentrándome totalmente de lo que estaba haciendo, para voltear a ver a Eliot que trataba de reírse, lo mire con una mirada asesina, para pararme y limpiarme la cara.

-Con que esas tenemos, Dragoncito....-Le dije con un tono burlón la palabra "Dragoncito" y paro de reírse para verme con una expresión de enojo y supe que me dijo "¿A quién le dices Dragoncito?".

-¿Qué? Te molesta que te diga "Dragoncito"...-Me encantaba hacerlo enojar, pero era por diversión, me cruce de brazos para esperar su reacción, se paró enfrente de mí, con una posición de impotencia absoluta y me miro a los ojos fijamente, estaba muy cerca de mí y escuche un pequeño gruñido de molestia, baje mis manos y las puse atrás de mi espalda, no lo dejaba de ver a los ojos, hasta que el alzo la cabeza, abrió la boca para empezar a rugir y mostrarme sus enormes dientes y de un momento a otro, empezó a producir fuego desde su garganta estaba a punto de escupir fuego, hasta que yo con un movimiento rápido, con mis manos empecé a producir agua y se la arroje en la garganta, antes de que el me escupiera todo el fuego acumulado que tenía.

Literalmente se tragó todo el fuego que tenía y casi se ahoga, yo me estaba muriendo de risa por su cara de asustado y sorprendido a la vez, después de que terminara de ahogarse, me miro con ojos de odio, estaba muy enojado, pero me encantaba.

-¡Oye, tranquilo! Tú empezaste. No te enfades Eliot...- Me acerque a él y le golpee en la espalda por cuidado, el me miro y se volteo para caminar hacia el río y cruzarlo, para después acostarse en el pasto.

Yo lo seguí y al llegar hasta el río, extendí mis alas y comencé a volar hacia él, sabía que él no estaba enojado conmigo, siempre jugamos así, pero no soporta que lo contraataque cuando está concentrado en mis movimientos, me encanta que sea así, parece un bebe.

Al llegar hasta el, aterrice y me acosté a su lado, y de un rápido movimiento me acerco más a su cuerpo con su cola y acerco su cabeza para que la acariciara, me tranquiliza estar con él, puedo pasar toda mi vida con el sin sentir aburrimiento, estaba observando a las aves que se encontraban en aquel lugar mientras le acariciaba la cabeza suavemente a Eliot, estábamos en un silencio cómodo escuchando el sonido de la naturaleza, hasta que me dispuse a hablar.