Capítulo 23: "En Camino Hacia..."

512 32 6
                                    


Me encuentro acostada mirando el techo de mi habitación, con el cabello mojado cayendo por mis hombros.

Después de percatarme de aquellas peculiares venas volví a revisar mi abdomen para asegurarme que todo estaba en orden, luego de eso decidí que con la poca energía que tenía era un buen momento para ducharme y despejar mi mente de lo que había pasado hace un momento.

Agarré lo primero que vi en mi clóset que fue una camisa de dormir delgada color blanca y unos pantalones rotos de color gris que utilizaba cuándo tenía que hacer mantenimiento en la escuela -como pintar, reparar, etc.- y los tenía en un cajón del clóset apartados de la demás ropa, eran muy cómodos y suaves, una razón más para ocuparlos por esta ocasión.

Estaba muy débil, lo sabía, pero no quería descansar, me daba miedo pensar que al estar en buenas condiciones, podría hacer mucho daño. Prefiero morir de cansancio que de remordimiento.

Había pasado una hora desde que me levanté de la cama. Podía sentir que todo mi cuerpo estaba destrozado, desde hace mucho que no me sentía así.

Cada vez que incremento mi poder, mi cuerpo necesita de más resistencia para que pueda soportar la gran cantidad de energía que pierdo cuando estoy luchando o cuando pierdo el control.

Pero me vuelvo más vulnerable cuando no me alimento en el lapso de tiempo necesario, porque esfuerzo mi cuerpo al doble.

Sentía que por sí solos mis ojos se cerraban, estaba bastante cansada.

Aún no encontraba la respuesta por lo de hace un rato.

Pero no podía pensar con claridad, necesitaba dormir un poco.

Con la poca fuerza que tenía estiré mi brazo para alcanzar mi almohada que estaba a un costado de mí, la acomodé y me coloque en posición fetal para poder dormir un poco y pueda comenzar un día normal.

~•~

Los rayos de sol se filtraban por la ventana que tenía detrás mío, le daba la espalda por lo que la luz se asomaba por mis hombros.

No quería levantarme aún, sentía que mi cuerpo necesita un poco más para recuperarse del todo, pero tenía que ver a mí Superiora Zoé para decidir qué es lo que haré o haremos para que esto no vuelva a ocurrir.

Por fin decido abrir mis ojos de a poco para que mis ojos puedan acostumbrarse a la luz que había en mi habitación, trato de levantarme sin hacer movimientos bruscos.

Dentro de la habitación tengo un espejo que se encuentra a un costado de la puerta, por suerte la luz que entra por la ventana no alcanza a reflejarse en el espejo por lo que puedo ver mí reflejo sin ningún problema.

Tenía el cabello enredado y despeinado, podían notarse que tenía unas ojeras muy grandes y oscuras rodeando la parte inferior de mis ojos, tenía algunos rasguños en mis brazos y pequeñas heridas rodeando mis muñecas.

Mi herida del abdomen había dejado de sangrar pero aún no podía moverme con mucha rapidez.

Dejé de observarme en aquél espejo y con la mano izquierda toque rápidamente mi abdomen para asegurarme de que todo estaba en orden.

-Aún duele...- Pensé.- No recuerdo lo que pasó, ni cómo comenzó...- seguí acariciando mi abdomen por encima de las vendas.

-Será qué...- No debería de afectarme si es lo que pienso.- será mejor que vaya a la enfermería.-

Me levanté con mucho cuidado y sin pensarlo entre al baño y me mojé la cara con un poco de agua tibia para despertarme del todo.

The Dragons [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora