Un corazón elástico

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Un hombre rubio con una gran sonrisa maquillada sonreía espléndidamente.

"¡CORA-SAN...!"

Un niño lloraba desconsoladamente mientras un hombre rubio con gafas lo llevaba en brazos a la fuerza.

"¡CORA-SAN...!" "¡CORA-SAN...!"

Y Trafalgar Law despertó. Su frente estaba bañada en sudor, su cuerpo se sentía tenso, su respiración estaba totalmente agitada. Tenía la misma pesadilla desde aquel incidente... Solamente podía descansar de ello cuando las pesadillas de la ciudad blanca aparecían de repente.

Law salió de la cama y, como todas las mañanas, trato de regular su respiración mientras se colocaba una bata, era también una costumbre que despertara completamente desnudo gracias al hombre con el que compartía la cama.

Doflamingo estaba dormido aún. Law le dedico una gélida mirada.

Rápidamente se dirigió hacia el baño para ducharse.

Se despojó de su bata dejándola caer al piso, entro a la regadera y dejo el agua caliente caer sobre su espalda durante un par de minutos.

La piel de Law se irritaba cada vez que tomaba un baño después de haber estado con Doflamingo, la fuerza que aplicaba a la esponja era ridícula.

Le resultaba absurdo e infantil tratar de borrar la asquerosa sensación del tacto de Doflamingo con tan solo jabón y agua, pero, aun así, no dejaría de hacerlo mientras tuviera que seguir durmiendo junto a él. Probablemente esta noche sería igual, la mañana siguiente sería igual...

-¿Quieres salir a cenar esta noche pequeño Law?

Doflamingo había entrado al baño completamente desnudo. Law cerró la llave e inmediatamente se dispuso a salir de la regadera. Con mucha prisa agarró la toalla que tenía colgada en la puerta de la regadera y cubrió su cadera.

-Espera...-y Doflamingo soltó su suave risa mientras jalaba la toalla de Law y lo dejaba al descubierto-. Me encanta esa mirada de niño fastidiado-dijo mientras levantaba la barbilla del muchacho para verle directamente a los ojos.

-¿Acaso crees que puedo salir de aquí sin secarme, estúpido?-reclamó el joven moreno mientras jalaba de vuelta la toalla y volvía a envolverse con esta.

-Fufufufu... Ya vete mocoso-y Doflamingo le sacudió el cabello y se dispuso a entrar en la regadera.

Law lo miro con recelo mientras secaba el resto de su cuerpo. Luego se dirigió hacia el gran tocador que ahí se encontraba, en el cual Doflamingo disponía de muchas botellas de perfumes, lociones, cremas y productos para el cabello.

El joven miro con detenimiento su rostro; cada vez que se miraba al espejo recordaba las manchas color blanco que alguna vez existieron sobre su piel... Un leve escalofrío recorría su ser cada vez que lo pensaba.

-Puedes irte a donde quieras-dijo Doflamingo antes de que Law saliera de la estancia-. Yo me encargo de ir por ti.

-Como sea...

Después de vestirse el muchacho se dispuso a salir rápidamente del palacio. Law vestía los mismos pantalones de mezclilla que llevaba a diario y una camisa de manga larga color negro; hace algunos años Doflamingo le había obsequiado un guardarropa completo pero Law lo rechazo inmediatamente.

Cuando el muchacho estaba a punto de salir del palacio Baby 5 le había intentado detener para que desayunara con el resto de la familia pero, como de costumbre, Law evitaba convivir con ellos en la medida que fuera posible.

Elastic HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora