MANDRAMEDA (Atrapada en una Mision )

Cap #6 : La Verdad

Desperte a las 7:50 am. Un poco temprano pero esta bien, asi no llego tarde esta vez.

—¡Buenos días, dormilona!—grita una voz a mis espaldas.

Giro y es Az, esta con su pijama de flores púrpura, me pregunto como le habra ido anoche, llego algo tarde y no pudimos hablar nada, dijo que estaba muy cansada. Y que me contaria luego.

—¡Buenos dias, cita de Marco!—dije risueña.

Al instante Azul se ruborizo y yo empecé a reír. Ella por su parte me lanzo un cojín a la cara, no podia para de reír. Termino rindiendose y se unió a mi risa.

—¡Estas loca, Al!—habló cuando paramos de reír.

—Pero asi me amas—digo con vanidad y sarcasmo.

—Si, asi es—me abraza.

—Bien, ahora cuentame ¿que paso en tu cita con Marco?—pregunto cuando nos separamos.

—Pues no hay mucho que contar, es un idiota—se encoje de hombros.

—¿Que te hizo ese imbecil?—demando que me cuente. Si algo le hizo a mi amiga juro que lo mato, hasta hoy llegas Marco Collins.

—Nada, toda la velada estuvo increible hasta que intento pasarse de listo y me fui del lugar—dice y en sus ojos se ve la tristeza y decepción que le produce recordarlo, ese idiota. Lo voy a matar cuando lo vea.

—¿Que te pidio?—sabia que algo le habia pedido, no creo que un simple beso, pues Azul no se pone asi por esas tonterias.

—Solo queria sexo, todo ese tiempo fue lo único que quiso—dice triste—¿Como no me di cuenta?—pregunta—Se insinuó toda la noche, soy una tonto por creer que un mujeriego como él, va a cambiar por mi—finalizó, me entraron ganas de arrancarle la cabeza a alguien. Específicamente a Marco.

—No te preocupes por alguien como él—manifiesto—hoy después de clases va a ser una tarde de chicas—digo.

—¡Genial!—chilla—Ahora vamos a vestirnos, que llegamos tarde—se levanta y va a por su ropa.

—Ya estoy acostumbrada—me encojo de hombros.

—Ya lo se—dice obvia—Eres una perezosa, pero yo no.

Pongo cara de ofendida y mi mano va a mi pecho en una pose divertida. 

—¿Como te atreves a decirme eso?—digo.

—¡Vamos Al! Es la verdad—hace ademán con la mano.

—Si es cierto—me encojo de hombros y reímos.

Az y yo nos miramos, y salimos corriendo al lavado al mismo tiempo. Az no se destaca en deporte, soy mas rapida que ella y logro entrar y cerrar la puerta con seguro antes de que la pueda abrir.

Me arreglo rapido, tal vez por los insistentes golpes en la puerta que no quieren cesar, o solo es que no quiero llegar muy tarde, no quiero de nuevo miradas clavandose en mi como si fuera un fenómeno.

—¡Ya voy!—grito exasperada por tantos golpes.

—¡¡Ok!!—responde mi estresante amiga del otro lado de la puerta.

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Llegamos justo a tiempo a clase, ya estaban todos, solo faltaba el profesor de química. Me sente de nuevo en el lugar de ayer.  Para mi sorpresa el chico estaba allí con una sonrisa, parecía que me hubiera estado esperando todo la mañana.

—¡Alfin llegas!—exclama, confirmando mis sospechas.

—Hola a ti también—lo saludo con la mano.