Kill or die of love [ADAPTADA]

Capítulo 6-Parte 2: "Mejores amigos"

Pasamos todo el día hablando sobre lo que hemos hecho estos últimos años. Era bonito volver a verla después de tanto tiempo, finalmente me sentía como en casa. Se sentía como los viejos tiempos, cuando mi vida era hermosa y sin ninguna preocupación. Con Ale me olvidaba de mis problemas, y lo único que hacía era reír, reír hasta que mi panza me doliera y ya no pudiera más.
—¿Ya te tienes que ir? —preguntó desilusionada.
—Lo siento —dije levantándome de la cama—, le prometí a mi abuela que le ayudaría a limpiar el Ático.
—¡Tengo una idea! –dijo emocionada-. ¿Qué tal si te ayudo a limpiar?
—¿Es en serio?
—¡Sí! Paso más tiempo contigo, y de paso saludo a Marie.
—Está bien —acepté. No creo que fuese mala idea que Ale me ayudara.

[...]

—¡Wao! ¿Recuerdas esto?  —dijo Ale agarrando un pequeño diario color rosa.
Una de mis cosas favoritas de limpiar, es que encuentras cosas que ni recordabas que existían. Al limpiar el ático, estaba encontrando cosas de mi infancia que no recordaba. Por ejemplo, el diario que Ale sostenía en sus manos era mi diario cuando tenía 8 años.
—¿Lo vemos? —sugirió Ale.
—Está bien—acepté. Al fin y al cabo, no tenía nada que esconderle a mi mejor amiga.
Abrí el diario, y los textos eran típicos de una niña de 8 años. Ahí plasmé todos mis sueños y fantasías de mi mundo de color de rosa. Pero hubo uno en especial que me llamo la atención, decía esto:

20 de Abril de 2002
Hoy fue el juicio de mi papi, y no fue bonito. Estaba asustada y aterrada. Siento que ya nada será igual a partir de ahora y eso no me gusta en absoluto. Siempre he escuchado decir a los adultos que quisieran volver a ser jóvenes, y yo no los entiendo, ¡yo quiero crecer! Poder vivir sin tener que hacerle caso a mamá a cada rato, y poder cruzarme la calle sin necesidad de tomar su mano. Y si ahora fuera adulta, haría lo posible para evitar que mi pa fuera a la prisión. En la tele dicen que no es un lugar bonito.
Pero no todo fue malo, hoy vi a un niño muy lindo. Era lindo ¡y tenía unos ojos preciosos! Tal vez si lo conociera podríamos ser... Mmm..., ¿cómo dicen que se llaman? ¡Ah, sí! ¡Novios! Podríamos ser novios y así el me compraría muchos chocolates y viviríamos en disneylandia, ¡siempre he querido ir allí! Aunque lo más probable es que no lo vuelva a ver, y eso me pone triste.
Te amo papi y juro que cuando sea grande, haré lo posible para que salgas de ahí.

Al leer eso me dieron muchas emociones al mismo tiempo. Al principio me quise reír por lo inocente que era en ese momento. Si hubiera sabido lo que era ser mayor en ese momento, nunca hubiera escrito eso. Extraño ser niña, y vivir sin preocupación alguna, sin preocuparme por el mal que hay en el mundo, sin preocuparme por encajar en esta sociedad, poder vivir sin preocuparme por el qué dirán de mi, no preocuparme por hacer el ridículo, etcétera. Extraño esos días, y trato de vivir al máximo ahora que soy joven, ya que sé que después extrañaré esto. Después me dio un sentimiento de vergüenza porque sabía que al chico que me refería era Niall; y al final, casi se me salen las lágrimas. Yo le prometí a mi papá en ese texto que lo sacaría de prisión cuando fuera grande. Y sé que no lo sabe, pero por alguna razón siento que tengo que cumplir con esa promesa. Haré lo que sea por sacarlo de prisión, pero también tengo que hacer lo que sea para evitar que Niall pague las consecuencias.

—¡Vaya! –dijo Ale–. No sé si reír o llorar.
—¿Era inocente, no crees?
—Ya lo dijiste... Eras. —Sonrió.
—¿Qué insinúas? —Arqueé la ceja.
—Nada –dijo con inocencia.
—Bueno, tampoco es que tú seas tan inocente que digamos.
—¡Oye! Yo –se señaló– soy un angelito.
—Tú –la señalé– eres un maldito demonio —le guiñé el ojo.
—Oh, de esta no te salvas.
Ale se acercó a mi y me empezó a hacer cosquillas. Me tiró al suelo, y ella estaba sobre mí. Yo sólo reía y pataleaba tratando de librarme de ella. Seguimos jugando cuando chocamos con una pared falsa, y de una repisa se cayó una caja con varias fotos y cartas.
—¿Qué es eso? —Pregunté curiosa con la reparación entrecortada por la risa.
—Veamos.
Nos acercamos más y recogimos las fotos y las cartas. Y al ver las fotos, lo que vi me desconcertó.
Las fotos eran viejas, como de los años ochenta, y en ellas claramente se trataba de mi papá en su juventud. Eso no fue lo que me sorprendió, lo que me sorprendió era junto a quién estaba. Mi padre estaba junto a Maura Horan, la difunta Maura Horan. ¿Se conocían? Apenas me vengo enterando de eso.
Seguí viendo las fotos junto a Ale, y ella al parecer estaba igual de desconcertada que yo. Y hubo una foto que fue una de las más impactantes para mi. Era mi padre y Maura... besándose. No sólo se conocían... ¡Fueron pareja!   

Novela escrita por Meetzy Espinosa [wattpad: Meeetzly]