Octubre 29

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En las evaluaciones, siempre era probable que el estuviera en el mismo horario que yo, y así fue este día.

Llegue y él estaba desayunando en la estancia de la escuela, nuestras miradas se cruzaron y le sonreí, el me devolvió la sonrisa y dijimos —Hola— era la primera vez que le dirigía la palabra directamente y mi corazón se aceleró.

El examen era individual, y por suerte a mi compañera (la que sabía mi secreto) y a mí nos tocó juntas así que le conté y se emocionó conmigo.

Cuando terminamos, presente mi pastel y él estuvo presente cuando la chef nos calificó, el vio algo en mi gorro que yo no note y amablemente me lo quito... ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué sentía que me hormigueaba mi estómago?


Hasta el día que te vayas.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora