Un Viaje Sin Retorno

Después de la Tempestad Llegará la Calma

Llegó el día, las manos me sudaban y un agotamiento se hacía presente en todo mi cuerpo, la noche anterior no puder dormir ni un poco, solo podía pensar en qué me podría deparar el sifuiene día.
En mi casa todo se mantuvo en silencio todo el día, tuve que sacar mi vieja maleta del fondo del closet, para tener listo todo mi equipamiento, recorde muchas cosas al ver mis guantes y mi vieja pantaloneta, mi mamá entro al cuarto en el momento exacto en el que puse sobre mi cama todas mis cosas, por su mejilla cayeron un par de lágrimas, y llegó el momento de la despedida, había llegado la hora de ir hacia el punto de encuentro, antes de decir cualquier cosa, me arrodille al pie de mi cama y me encomendé a Dios. Mi madre me dió la bendición y salí antes de que mis hermanos me vieran, pues no quería que se despidan de mí, sabiendo que podía ser la última vez que los abrace.

Una vez afuera, solté unas cuantas lágrimas recordando esps momentos que me tocó vivir la última vez que tuve alguna relación con las peleas.

- Piensas irte sin depedir? - Esa voz no se confundía con alguna otra.

- No es una despedida, de todas formas voy a volver.

- Lo sé, tu eres muy capaz de lograrlo y se que lo harás; sólo quería decirte que he tomado una descición así que estoy dispuesta a dejar todo atrás y empezar desde cero contigo, así que te estaré esperando mañana en nuestra banca del parque.

Fer acabó de decir esto y me plantó un beso, como nunca antes me había sucedido sentí mariposas en el estómago y todas sus palabras de ella me ayudaron para que mi día cambie un poco, la verdad es que eso me dió la motivación que me hacía tanta falta en ese momento, así que en ese momento estaba mas decidido que nunca para ir con todo de mí para ganar esa pelea.

La gente que debía recogerme estuvieron puntuales en la dirección que me dieron, como era su costumbre, me cubrieron la cara con una capucha, fue un viaje un poco largo, esto me tensionó un poco pero en todo momento mantuve la calma, de nada me hubiera servidp en ese momento alterarme más y más.
Los peleadores no teníamos conocimientp del lugar de la contienda, pero el público, que era de por sí muy selecto, me dí cuenta de que estábamos cerca del lugar cuando se escuchaba que había gritos de bastante gente y además el carro en el que iba redujo la velocidad.

Me bajaron del carro todavía encapuchado, por lo que oía se habían empezado unas cuantas peleas amateur como abrebocas del torneo.

- Pensé que no ibas a venir. - Era la misma voz que me habló aquel día que me dieron la advertencia

- No me iba a arriesgar que me lastimen como lo hicieron hace tiempo, pero te demostraré que sigo siendo el mejor.

- Eso espero, porque ya sabes, te dije lo que te pasaría si es que quieres pasarte de inteligente y pierdes en la primera ronda.

- Te tengo una propuesta, si quedo campeón del torneo, me dejarán libre, no me volverán a molestar ni a mí ni a mi familia, se olvidarán que existo y de que pelié con los grandes.

- Creo que no sabes que la competencia ahora, pero veo que estas muy optimista "campeón", así que aceptaré tu propuesta, si quedas campeón no volverás a saber de nosotros.

Dicho esto me llevaron hacia los camerinos improvisados, donde tuve mi espacio para cambiarme y prepararme, según lo que uno de los que me llevó para alla me tocaba la segunda pelea, con uno de los nuevos, estuve tranquilo, quería salir a ver el nivel de los otros peleadores, pero nos tenían prohibido hacerlo.

La primera pelea duró bastange tiempo, lo que me daba a decir que el nivel de los luchadores era muy bueno, eso no fue intimidante para mí porque en mis tiempos tuve combates con los mejores, en muchos de los cuales pude salir ganador, lo que sí, me estaba poniendo un poco ansioso.
Germinada la pelea trajeron al ganador a mi camerino, se trataba de Rubén, pudimos conversar poco tiempo porque enseguida me llevaron hacia el improvisado cuadrilatero.

El camino se me hizo eterno, pero tenía en claro mis objetivos y en mente un solo deseo, ganar.....