Capítulo 17 parte I

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            —¡Hola, guapo, ¿cómo estás? —dijo la rubia sentada en la cama de la habitación. Palmeó sus piernas y me miró con picardía—. ¿Quieres venir a sentarte un rato? Te ves cansado y yo podría ayudar con eso.

¿Qué?

Negué con la cabeza y sentí cómo se me cayó el alma a los pies.

No podía hacer eso.

No podía culminar con el reto.

¡Sandy se iba a reír en mi cara por un mes entero!

—Es-estoy bie-bien aquí, gra-gracias —balbuceé y me rasqué la cabeza apenado.

Ella negó con la cabeza y alzó las cejas de forma seductora.

—Al menos... siéntate, ¿sí? Que te ves agotado.

Tragué saliva y me dirigí a un lugar de la cama en el que me senté. No sabía cuándo me había convertido en un canalla al momento de conquistar chicas, porque si eso hubiera pasado un mes antes, ya estaría follándomela sin piedad, pero el caso era que sentía que me habían paralizado, que estaba congelado, que simplemente no podía hacer... nada.

—¿Estás bien? —preguntó ella arrimándose hasta quedar a mi lado.

—Sí, yo, eh, estoy nervioso, es todo —intenté que mi voz saliera un poco más firme y que no se notara tanto mi inseguridad, pero creo que no funcionó mucho.

—Oh, bueno, eso está bien —Ella era mayor que yo y no era del colegio; quizá era una universitaria y estaba ahí para divertirse un poco pero, fuera como fuera, lo importante era que no me conocía a mí ni a mi reputación—. Si quieres, podemos comenzar con simplemente besarnos, ¿sí?

Pestañeé frenéticamente al escuchar sus palabras, porque ni siquiera había pensado en ponerle una mano encima o debajo o donde fuera, pero terminé asintiendo con la cabeza porque me daba demasiada pena que la pobre chica hubiera ido para allá con la ilusión de tener sexo y no saliera ni con un saludo para su mamá.

—Relájate, ¿sí? Que no muerdo —Volví a asentir con la cabeza y se colocó encima de mí—. O, bueno, quizá sí, pero prometo que te gustará.

Tragué saliva de nuevo y rogué a los mil dioses de los cereales que me sacaran de aquel lugar.

Acercó su rostro al mío y lo analicé por un momento. El color de su cabello no era tan feo, era amarillo, pero no era como el de Niall, así que no me parecía tan lindo como quizá era de verdad. Su piel era blanca y tenía maquillaje, pero entonces el maquillaje me pareció lo más extraño y nada hermoso o embellecedor del mundo. Sus ojos eran azules, un azul apagado, como más oscuro, y me entristeció profundamente porque no se parecían en nada a los de Niall y por eso no, definitivamente no eran hermosos.

Intenté buscar en ellos la chispa que siempre veía en los de mi rubio pero... ahí no había nada. Sí había otra clase de chispa, una distinta, una más atrevida y quizá un poco más salvaje, pero en otro aspecto, y la cosa era que no era la que yo buscaba y que por eso no era suficiente para mí.

Y me besó.

Cerré los ojos intentando centrarme en lo que estaba haciendo mi boca, intentando mover la mía con la suya pero, pasados unos segundos, cuando intentó llevar su mano hasta la parte baja de mi espalda, rompí el contacto y tosí inevitablemente.

More than just friends  ~Ziall Horlik~ AU #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora