Prólogo.

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Estaba tan, pero TAN FURIOSO EN ESE MOMENTO. Como si, v-viejo, como si me hubiera comido un oso, un oso m-muy, pero MUY enojado. Uno sanguinario, uno comepersonas. ¡AGH! Pero ya, arrepentirme, ni se diga, Garrison, e-ese hijo de puta se lo merecía. A-ahora.. ¿Q-qué diablos en el mundo voy a hacer? ¡¡¿QUÉ VOY A HACER?!! ¡¡¡NO PUEDO HUÍR, NO PUEDO ESCONDERME!!! ¡¡¡AARGH ME VAN A MATAR!!! ¡¡¡VAN A MATARME TANTO!!! ¡¡Dios!! ¡¡¿Q-qué me pasa?!! N-no me queda más que estar aquí contra la pared, a-aterrado, hasta que regrese la directora. ¡¡Q-QUÉ DIA DE MIERDA!! De mierda, de mierda de mierda... M-mi corazón, y mi cuerpo, e-están tan alterados.. ¿¿QUÉ CARAJOS ES ESTO?? M-me siento.. R-raro... D-demasiada.. ¡¡¡DEMASIADA PRESIÓN!!! ¡¡¡AAARGHH!!! Necesito café. Café, el café me calma. Café de la directora, no lo extrañará, café... Delicioso café.... Hmm... Mis manos... Q-que hago, e-esto es muy raro... Se siente raro... Y b-bien... U-uugh...

Sonidos extraños. El ruido de un sorbo de café. El crujir de una puerta que se abre...
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Más temprano, el mismo día...

Se sentía raro haber llegado a quinto año de primaria. Wow, era tan, tan estresante. Mis padres realmente no tenían idea. NO TENÍAN IDEA. Primer día de clases, es primer día de quinto año, tengo sueño, estoy nervioso, tengo sed, y encima de todo esto, si como, voy a vomitar el maldito desayuno. Por eso corrí con todas mis fuerzas hasta la cafetería. Necesito... Café...

¡Mi padre! ¡Volvió de afuera!Al verlo cruzar la puerta, me apresuro para darle la bienvenida.

—¡¡Papá!! ¡Oh por dios santo por fin viniste! Te estuve esperando, ¿Qué hay de nuevo hoy? ¿Granos exóticos? ¿De cuándo es la cosecha? ¿Qué traes en esa bolsa?
—Woah woah woah espera tranquilízate campeón. Traigo algo muy especial, una gran adición a Tweek Bros. Es una sorpresa, y la prepararé enseguida, sola y exclusivamente para mi hijo preciado. Bueno, prepararé uno para mí también, mucho más fuerte, tu madre me obliga.
—O-oh ¿D-de verdad? ¡Gracias padre! ¡Eres el mejor! ¡Por favor ya! E-es decir, ¡Agh, disculpa! P-por favo—
—Ya Tweek ya, no te esfuerces tanto, sabes que no debes pensar. Te hace mal, más que a cualquiera. Vas a necesitar más horas frente al televisor para aprender a no pensar tanto por tu cuenta. Relájate, siéntate, en una de las mesas comerciales si gustas, no quiero que llegues tarde a la escuela por haberme esperado. Espérame ahora, quédate aquí, quédate quieto, y enseguida regreso.

Suspiro, tirando de mi camisa para tranqulizarme. Tomo mi mochila para ubicarla a mi lado. Espero ansioso por ese café, hasta que veo a mi padre regresar con una bandeja con dos cafés, la cual coloca en el centro de la mesa.

—Vamos hijo, adelante, prueba un poco de nuestra nueva adquisición. —Lo observo sentarse frente a mí.— Lo llamaré Vicieux. Para la gente que disfruta de un exceso sano, granos de café especializados provenientes de las platónicas llanuras de la lejana Francia. Pensada para los amantes del libertinaje, enemigos de la monotonía. Para ellos, un café que los abrace por las noches, que los active por las mañanas en sus momentos de vulnerabilidad y exploraciones exóticas, durante las tardes en sus momentos de voyeurismo, durante sus actos pasionales nocturnos. Apto para cada minuto del día, en la vida de los frenéticos adictos al placer.

Yo simplemente sonreía mientras mi papá hablaba mirando al horizonte como siempre, ensayando para patrocinar. Aprovecho a tomar una de las tazas , porque tenía demasiado sueño para escucharlo. Una vez que termino, me pongo mi mochila en la espalda, me dirijo a la despensa y saludo a mi madre. Luego hago un ademán de mano a mi padre como saludo, esperando que lo note, y paso por la puerta de nuestro local.

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—¡Adiós Tweek, suerte en la escuela!

Richard Tweak se apresuró a terminar su café, pero cuando ya iba saboreando la mitad de la bebida, notó algo particular. Olfateó el fondo de ambas tazas para asegurarse de que no se equivocaba, y se quedó unos momentos reflexionando, con la mirada poco centrada.

—Mi café sabía como de costumbre, como cualquier otro. Este café no es tan distinguido después de todo.. ¡¡¡Esos putos franceses traficantes!!! ¡¡¡Me estafaron, se llevaron mi fortuna!!! —Golpeó la mesa con mucha exasperación.— O... Será que Tweek... —suspiró y propinó una risa ligera.— Bueno, eso significa que podré salir con mis amigos al bar esta noche. —Levantó su cabeza en alto, aliviado.— ¡¡¡Jódete, querida!!!     

Relegación. [Tweek & Craig (Creek)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora