VIII

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VIII



El abrazo parecía eterno. Seungri no entendía nada. Le había gritado como loco y ahora le abrazaba, comenzaba a pensar que el mayor sufría bipolaridad o algo parecido. Intentó soltarse, más el moreno no le dejó y le abrazó con mucha más fuerza.

-Me estás... asfixiando –entonces Young Bae le soltó, pero sólo lo necesario para que pudiera respirar.

-Lo siento, estoy tan pero tan feliz de verte nuevamente que ni siquiera puedo creer que estés aquí.

Seungri frunció el ceño.

-Perdóname. Sé que prometí que cuando volviera a verte no te soltaría más, es que me he dado cuenta tarde que eres tú. Y te juro que ahora no te soltaré, como lo prometí. Ahora que tengo mis recuerdos de nuevo, debo decirte que te he estado esperando cerca de un siglo casi. –Seungri frunció los labios. –Te he estado esperando tanto... te he extrañado tanto... he llorado tanto... pero no voy a volver a soltarte como aquella vez.

Seungri se alejó lentamente y le tomó de los hombros suavemente.

-Young Bae... comienzas a asustarme –el moreno le miró fijamente. -¿Te sucede algo? ¿Quieres conversar sobre ello?

Y entonces cayó en la cuenta.

Seungri no lo recordaba. Ni siquiera conocía su historia de hace décadas atrás. Seungri no sabía lo mucho que había llorado aquel año. No tenía idea de cuánto deseo que estuviera vivo. No tenía idea de cuánto lo amó... de cuanto lo ama.

-Tú no... ¿me recuerdas?

Le miró fijamente y vio el momento en que el menor retrocedió un paso.

-Sabes, creo que deberías irte... -Seungri le miró un poco nervioso. –Mejor conversamos cuando te sientas mejor, ¿sí?

-Seungri... -Young Bae le miró, sentía que algo dentro le dolía.

-Tengo varias tareas para la universidad también. Mejor descansa.

Quiso ignorar la forma en que Seungri prácticamente lo corrió de su casa y simplemente salió sin poder todavía asumir el hecho de que Seungri no recordaba ni siquiera su rostro. El mismo dolor que había sentido cuando lo perdió lo volvía a sentir ahora con su indiferencia.

Pensaba que no había forma de sentir más dolor que en ese momento. Había estado velando la ausencia de Seung Hyun día tras día en su otra vida, y el dolor de su partida lo estaba viviendo nuevamente con la indiferencia del menor. Ahora que recordaba, pensaba que no volvería a llorar tanto como aquella vez, pero esto era mucho peor. Había esperado casi un siglo para que sucediera y ahora que lo volvía a ver, él ni siquiera sabía quién demonios era, y lo que era peor, lo veía como un chico loco.

No se percató en qué momento cayó la primera lágrima.

~

Las siguientes semanas fueron catastróficas. No vio a Seungri en la cafetería. Y cuando lo veía a lo lejos en los pasillos pronto el menor desaparecía de su punto de vista. Pasó por su sala un par de veces, más no lo encontró, y cuando lo veía, estaba ocupado. No quiso ir a su casa, no quería asustarlo más de lo que ya lo había hecho el otro día. Y pensaba que quizás estaba pareciendo psicópata, pero era obvio que el menor estaba huyendo de él. ¿Cómo es que cuando, desde de tanto tiempo esperando sólo por él, al encontrarlo ya no recordaba nada de su amor? Había llorado tanto su partida y había pasado días y días en aquel mismo lugar y ahora que por fin sabía que lo había encontrado él simplemente le ignoraba.

Llamada perdida.. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora