Prólogo.

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"Llamada perdida."



Young Bae dejó sobre la barra la botella vacía mientras se animaba a la pista de baile junto a los demás. Ji Yong gritaba y saltaba junto a él. Celebraran que habían aprobado todos los exámenes de la universidad junto a los demás. Daesung parecía demasiado feliz o quizás sólo eran sus ojos viéndose más pequeños, ya no estaba seguro. Young Bae seguía bailando felizmente hasta que su mirada se perdió en las luces.

Comenzaba a sentirse mareado. No era usual en él sentirse borracho ni nada de eso, pero ahora se sentía algo mareado. Pasó su mirada inspeccionando todo el lugar, las luces iban y venían al ritmo de la música. Seguía el ritmo cuando sus ojos se detuvieron en una persona.

Justo en una esquina de club había un chico, su piel era blanca, demasiado blanca, apostaba que demasiado suave también, parecía incluso de porcelana. Su cabello era casi tan blanco como su color de piel, y sus ojos cafés claros. Llevaba un traje negro y parecía mirar el horizonte perdido. ¿Quién sería? Young Bae no se dio cuenta en qué momento dejó de bailar y se quedó mirándole, era como si hubiera quedado hipnotizado. Era como un muñeco de cristal o algo parecido. Su perfección y belleza estaba fuera de ser normal.

De pronto el muchacho se sintió observado y volteó hasta la dirección de Young Bae. Este inmediatamente se sintió nervioso, más no desvió la mirada. Su mirada era terriblemente acusatoria, lo había pillado observándole demasiado. Su gesto y expresión no cambiaron, era como si se hubiera quedado de hielo mirándole. Tuvo intriga por acercarse hasta él, pero sus pies no se movían.

-¡Bae! –Se giró rápidamente hasta su mejor amigo, él sonrió mirándole divertido. -¿Qué ves? ¿Por qué dejas de bailar?

-Ah, vi a un... -hizo que Ji Yong mirara en la dirección, pero dejó de hablar cuando se dio cuenta que el muchacho ya no estaba.

-¿Qué cosa? –Ji Yong le miraba atento.

-Oh, nada, nada –respondió quitándole importancia.

Estaba seguro que era ahí. Pasó su mirada por todo el lugar, más no lo encontró.

Luego de aquello no pudo seguir bailando como antes. Tenía en la mente la imagen nítida de él, de su cabello, de su piel, de su apariencia, de sus ojos. Nunca había visto a alguien así.

Al momento de salir, se colocó su chaqueta y decidió comenzar a caminar, no quiso aceptar la invitación del novio de Ji Yong de ir a dejarlo a su casa, después de todo vivía cerca.

Metió las manos a los bolsillos de su chaqueta y comenzó a caminar rápidamente.

Luego de unos minutos caminando se paró en una esquina para esperar que el semáforo diera el verde para cruzar. Estaba en eso cuando pudo distinguir la cabellera albina. Abrió mucho sus ojos. El chico del cabello blanco estaba al otro lado de la calle, de pie, mirando hacia el horizonte, tal como lo había hecho en el club anteriormente. Young Bae rogó interiormente para que la luz verde no demorara más y entonces, casi cruzó corriendo cuando cambió. Se acercó nerviosamente y despacio tocó su hombro.

El chico giró su rostro despacio y le miró fijamente. Young Bae quedó atrapado en sus ojos cafés claros. Era perfecto, él era la definición de perfecto. El chico entreabrió sus labios levemente.

-¿Me conoces?

-No... -logró decir casi en un suspiro ahogado. –Soy Young Bae.

-¿Por qué me hablas?

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