El jardín de las palabras.

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-Déjate de juegos, pretendes suicidarte ¿o que?- exclama Alice.

Aunque no lo parezca Alice es una buena persona, por mas mala conducta que ella pueda parecer, ella siempre ha sido del tipo de chica que ayuda a aquellos que lo necesitan.

Una especie de salvadora de los débiles y desamparados, pero sin arco y fechas.

Por lo tanto ella no se permitiría dejar que aquella chica hiciera algo tonto.

-...Morir solo seria una transición hacia lo que deseo, aunque no quisiera hacerlo de manera simple y sin contemplaciones.

-No digas tonterías chica, eso no resolvería nada.

-Puede que no lo haga, pero dicen que nunca lo sabremos hasta que lo intentemos ¿no?

-Siquiera, ¿como te llamas?

"Mi nombre no es importante, importante es lo que intento hacer.

-¿Y que coño intentas hacer? ¿Matarte?

-Ya te lo dije ¿no?, intento alcanzar mi ultimo atardecer, tal vez si lo deseo verdaderamente finalmente logre verlo.

Alice intenta mantener viva la conversación con aquella chica para así poco a poco poder acercarse lo suficiente como para poder atraparla y jalarla hacia ella, hacia el lado seguro de la baranda.

Pero su plan fue completamente frustrado y su mente llenada de dudas por las palabras de esa chica.

-No intentes acercarte, aunque no pueda verte puedo escuchar tus pasos acercándose.

Alice no entendió momentáneamente a que se refería cuando dijo que no podía verla ya que había suficiente luz como para poder divisarla fácilmente pero rápidamente cayó en cuenta de la situación real.

-Ah ya entiendo, entonces eres aquella chica ciega de la que había escuchado en la sala de profesores ¿no?

-.....- el silencio de aquella chica solo hizo que las sospechas de Alice fueran más acertadas.

-Escucha...yo entiendo que sea difícil no poder ver nada pero esta no es la mane--.

De repente Alice es interrumpida por una voz llena de ira.

-Que puedes tú entender sobre como me siento ¿eh?

-.......

-Tú no tienes idea de lo que es nunca haber visto el cielo o el horizonte, vivir en una maldita oscuridad eterna, no saber ni siquiera como son los putos colores y ni un maldito atardecer.

-No me refería a eso, solo intento decir-

*Clang*

Aquella chica golpea fuertemente su manó contra la baranda de acero.

-¡Que coño pretendes que sabes tú! ¿eh?, No sabes lo que se siente... ¿¡VIVIR SIEMPRE CON LOS OJOS CERRADOS!?

*Snif* *Snif*

Lagrimas corrían por su rostro.

-No, no lo entiendo- responde Alice.

-......

.No tengo idea de lo que es no poder ver nada, no tengo idea de lo que es no conocer el cielo, ni tampoco de no conocer los colores o el horizonte... ¿pero te digo que si entiendo?

Solo había silencio de parte de la otra chica lo que dio impulso a Alice de seguir con sus palabras.

-Entiendo lo que es vivir en la desesperación, entiendo lo que es no querer seguir sufriendo he intentar acabar con todo en busca de alivio, quizás no entienda lo que es no poder ver... pero entiendo totalmente el dolor que siente.

A ojos cerrados - Pausada Por Edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora