31. ASÍ TE LLAME NIÑITA.

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POV'S NATE

- ja, ja, ja... aún no puedo creer que te bajarán de allí envuelto en esa cosa. -Maddie no ha dejado de reír desde que salimos de la estación de policía. Ya vamos de camino a casa, luego de que me bajarán del letrero y de dar declaraciones a la policía.

Gracias a mi escena y ataque de pánico, nos dejaron ir sin cargos pero con la advertencia de que más nunca entráramos allí... O a ningún lugar con acceso restringido. Ni que yo subiera de nuevo al letrero o algún lugar con  más altura que la mía, así un millón de dólares me estuvieran esperando en la cima. Fue algo humillante... ¿Pero a quien engaño? ¡Fue extremadamente humillante!

- Fue tú culpa que me tuvieran que bajar. ¡Y en esa cosa! - Le recriminó. - Te dije que había cámaras. -

- ¿Y como demonios se supone iba a saber yo que tenían un sistema de vigilancia con sensores de movimiento? - Maddie me mira con suma inocencia. - Además, fue tuya la culpa por no decir antes lo de las alturas. - Miró hacia la carretera. Ahí tiene algo de razón pero no se la daré. - ¿Por qué no me lo dijiste? - Su voz ya no es recriminatoria.

- Porque... Ehhh... me dio pena. - Murmuró.

- ¿Pena? ¡Nate por dios! Te bajaron del letrero de Hollywood envuelto en una red gigante colgando de un helicóptero... Tal vez el no tener pena te habría salvado de semejante bochorno. -

- ¿No dejarás que lo olvidé? - La ayuda que me ofrecieron fue bajarme del letrero en una red como si fuera un pez sacado del agua. A lo mejor también que yo no fui capaz de saltar hacia el colchón de aire ni acepte bajar por las escaleras. ¡No estaba pensando!

- Así lo quieras olvidar ese video no saldrá de la red jamás. - Sacudo la cabeza.

- ¿Por qué tenían que llamar a los canales de noticias.? - Refunfuño y veo la preocupación que le atraviesa el rostro a Maddie.

- Tal vez porque no todos los días alguien se queda petrificado sobre una de las O del letrero de Hollywood. - Logra decir antes de reír sonoramente, tanto que se le saltan unas cuantas lágrimas. - ¡Ya, ya... dejaré de reírme! - Dice cuando se da cuenta de la mirada que le doy. 
- Hablando en serio, ¿Por qué no me lo dijiste Nate? ¡Lo habría entendido! -

- Es que... - Muerdo el interior de mi mejilla y miró hacia Maddie de soslayo. Puedo ser sincero, seria estúpido mentirle. Maddie me esta mirando atenta esperando mi respuesta. - No lo se, no quería que te burlaras o... decepcionaras. -

- Nate. - Suelta como un lamento, en una larga exhalación. Suelta su cinturón y se da la vuelta en su asiento. - No soy un monstruo insensible, si te digo que habría entendido hablo en serio. -

- Es que... - Suspiro. - Maddie tú eres tan arriesgada, valerosa y pareces no temerle a nada que yo solo quería... quería que vieras que yo también puedo ser así. Disfrutar y vivir la vida. Arriesgarme. - Mantengo la vista fija en la carretera. No quiero ver que hay en sus ojos.

- Nate yo soy así, tú lo haz dicho... no es tú obligación serlo también.- Me animo a verla y Maddie me sonríe.
- No porque yo haga cosas tú debes hacerlas y menos si no quieres. -

- Es que... - Maddie pone una de sus pequeñas manos sobre la mía y así llama mi atención y para que la mire.

Me he detenido a un lado del camino. ¡Bastante tuvimos ya! no soy tan imprudente.

- No debes impresionarme o a nadie... así como tampoco me decepcionaras. - Sus ojos están fijos en los míos y brillan como si fueran fuego verde. - Se tú Nate, no lo que los demás quieran. - Maddie aparta su mano de la mía pero la posa en mi mejilla y la acaricia. - No intentes hacer feliz a los demás o complacerlos porque entonces dejarás de hacerte feliz a ti... Quiénes te rodean y te quieren serán felices y se sentirán orgullosos de ti, si ven que tú eres feliz. Toma tus propios riesgos no los de otros. -

NO ES UNA RUBIA MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora