Príncipe Negro

Malos momentos

Nayara POV

Cuando despierte lo primero que hice fue ir a buscar a Darey, a pesar de cómo me sentia fui a verlo.

Estuve a punto de golpear a Ryan por no decirme en donde se encontraba Darey. Algo debió conmoverse en él porque me dio santo y seña de como llegar al lugar secreto de Darey.

Tuve que pedirle dinero y tomar un taxi para asi poder llegar, según me explicó de niños jugaban en la playa, pero cuando tuvieron dinero suficiente compraron una pequeña cabaña con dos recamaras, asi podrian tener su propia habitación y dormir cuando quisieran.

Baje del taxi y mire que a o lejos, apartada de todo se encontraba la pequeña cabaña de la que le habló Ryan.

A lo lejos pude distinguir el cuerpo de alguien sumergirse en el agua. Sabía que era él, ya que este lugar era un lugar privado, asi que cuando estuve lo suficientemente cerca decidí sentarme en la arena y esperar a que me viera y asi explicarle la situación.

Tardo unos minutos en darse cuenta de mi presencia, se quedó quieto y me miró. Sentí un horrible dolor al ver el desprecio en sus ojos, me lo mercia por ser tan cruel con alguien que solo queria ayudarme.

Avanzo hasta quedar ante mi y lo que vi no me gusto.

Veía los ojos de Darey rojos y llorosos, el dolor que reflejaba su rostro era algo que simplemente no podia soportar. Se acercó más a mi y me tomó de los hombros apretando con demasiada fuerza, gemi de dolor, ya que los moretones que habia ocasionado su hermano seguían doliendo.

-¡QUÉ MIERDA PASA CONTIGO, DÉJAME SOLO!-grito mientras comenzaba a sacudirme, las lágrimas salian de sus ojos y de los mios.

No dije nada y eso al parecer lo enfureció más porque me arrojó al suelo, trate de levantarme pero su cuerpo se abalanzó sobre él mío.

Senti que rompia mi blusa y besaba mi cuello y boca de forma desesperada, le pedi que parará pero no lo hizo. Lloré y trate de alejarlo pero era imposible.

Así que senti algo que no había sentido hace mucho tiempo. Miedo.

Ese que sentia cuando mi primo Ryan y sus amigos abusaban de mi.

De pronto ya no era Darey a quien veía, era mi primo Ryan.

¡NO!¡OTRA VEZ NO!

-¡NO RYAN, NO... YA NO!-

NAYARA

-¡POR FAVOR, YA NO QUIERO!-

-¡DÉJENME EN PAZ... DÉJAME, YA NO ME TOQUES!-

NAYARA

Esa maldita voz, su rostro al estar dentro de mi, sus gestos al correrse.

Fue tanto el miedo y el asco que sentia en ese momento que mi estómago se contrajo y sucedió lo inevitable.

Mis manos sujetaron el borde del baño. Trate de levantarme pero me era difícil, cada vez que lo intentaba sentia mi estómago estrujarse y nuevas arcadas de vómito.

Cuándo termine cerre la tapa y baje la palanca. Me levante demasiado lento para mi gusto, lave mi boca con un poco de pasta dental y un poco de papel higiénico.

Abri la puerta del baño y enfrente de mi se encontraba Darey. Sentado y con la cabeza entre sus manos, su espalda temblaba un poco, al parecer se encontraba llorando por lo ocurrido hace poco. Se que de alguna manera debio traerme hasta el baño y eso en parte se lo agradezco, pero lo que hizo no tiene nombre.

Inspeccione la habitación y habia muchas botellas de licor, eso debió de haberlo dejado fuera de control.

Me acerco con miedo a el y con mucho esfuerzo toco su hombro. Lo veo levantar la cabeza de inmediato y yo retrocedo con miedo.

Al verme veo que esta arrepentido y eso lo puedo ver en sus ojos...

Pero en este momento no lo puedo perdonar, solo le contare mi historia.

Jugare mi última carta...