El domingo no hice casi nada, solo organice algunas cosas que no ordené ayer y revise mis horarios pasaría casi todo el día en el campus.
Camila salió a comprar algunas cosas para hacer comida, no quise ir, todavía me sentía cansada y no quería hacer nada.
Eran las 5 de la tarde, estaba viendo unas fotos que tomé antes de venirme cuando tocaron la puerta, pensé que tal vez a Camila se le habían olvidado las llave, me levante y fui abrir.
Una chica casi de mi estatura estaba en la puerta, por sus rasgos parecía latina pero bastante bonita.
-Aquí vive Camila Cabello pregunto
-Si, pero ella no está
La chica trato de entrar pero yo bloquee la puerta con mi cuerpo, ella empezó a gritar.
-CAMILA, POR FAVOR, NECESITAMOS HABLAR, TIENES QUE ESCUCHARME.
-Te he dicho que ella no está, esta chica me estaba alterando un poco.
Escuche una voz tras de ella
-Que haces aquí Alexa, pregunto Camila, como supiste que estaba aquí.
La chica se volteó y miro a Camila que tenía una expresión que me dio miedo se notaba que estaba molesta.
-Eso es lo de menos amor, necesitamos hablar dijo Alexa.
¿Amor? ¿Camila era lesbiana? Estaba en shock no me esperaba esto.
Camila se acercó a ella
-No vuelvas a llamarme así, tú y yo no somos nada, no vengas aquí como sino hubiera pasado nada Alexa, sabes lo que hiciste, confiaba en ti, te quería de verdad y mira cómo me pagaste.
Alexa no decía nada, no sé porque no podía moverme, este no era mi problema pero no quería dejar a Camila sola.
-Es por esta estupida verdad, ella no te dará lo que yo puedo darte Camila, jamás te amara como yo lo hago.
-Cállate Alexa, no hables sin saber, estoy segura que cualquier persona es mejor que tú, ahora vete, no vuelvas a buscarme, acepta que lo arruinaste todo.
Alexa me vio con odio, miro a Camila y dijo:
Te vas a arrepentir y se fue.
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Apartamento 13
FanfictionCuando Lauren Jauregui se mudó a Nueva York para empezar su carrera universitaria jamás pensó que su vida cambiara tanto, tampoco pensó que una sola persona pudiera poner toda su vida de cabeza, desde su rutina hasta sus gustos, pero ahí estaba Cami...