Capitulo 11

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Este capítulo está dedicado a Paola, estuve pensando en que mejor Dinah no llegará y la mande a buscar a Normani. 😅

La ropa nos estorbaba, no podía más Camila me estaba volviendo loca, estaba encima de mí y se movía provocativamente, seguía besando mi cuello, bajando lentamente hasta mis pechos libres de ropa, cuando llegó a mi vientre mis músculos se tensaron, empezó a bajar mis pantalones de pijama, solo estaba en ropa interior inferior frente a ella, no dejaba de verme y yo lo único que quería era que hiciera algo porque la excitación era increíble.
Metió sus dedos por las ligas de mis ropa interior y empezó a bajarla.
Yo baje su pantalón junto a su ropa interior y ya estábamos en las mismas condiciones.
Se colocó entre mis piernas, tomando mis muslos con sus manos, iba dejando besos húmedos por mi vientre y por el interior de mis muslos hasta que llegó donde yo quería, pasó su lengua por mi zona más sensible, primero fue despacio y empezaba a aumentar el ritmo y yo estaba perdida, mi cuerpo se empezó a tensar y sentí como me penetraba con dos de sus dedos, él ritmo era increíble teníamos una sincronía, sus dedos, su lengua que seguía dándome placer y mis caderas que se elevaban con cada envestida, mis paredes internas se empezaba a contraer y con dos embestidas más había llegado al mejor orgasmo que había tenido.
Ella se recostó a mi lado, mi mente estaba en una especie de trance porque no podía decir nada, cuando por fin me relaje, me subí sobre su cuerpo y empecé a moverme, ella me tomo con sus manos de la cadera y dirigía mis movimientos, empecé a deslizar mi mano desde su cuello hasta sus pechos, acerque mi boca a ellos y empecé a besar, luego morder y succionar varias veces, deslice más mi mano y empecé a trazar círculos en su vientre haciendo que sus músculos se tensarán, me arrodillé entre sus piernas haciendo que las abriera más y sin pensar la penetre con dos de mis dedos, empecé con movimientos lentos pero a medida que su cadera se elevaba la penetraba más fuerte y con más rapidez, su rostro solo reflejaba placer y sus gemidos me hicieron perder el control, introduje otro dedo y con tres embestidas más, ella llegó al orgasmo, sus piernas temblaban y nuestros cuerpos estaban sudados por todo lo que habíamos hecho.
Me recosté a su lado como lo había hecho ella anteriormente, su respiración era agitada y tenía una mano sobre sus ojos, pero pude ver una sonrisa asomándose a su rostro.
-Esto estuvo increíble.
-Estoy de acuerdo dije
Las dos sonreímos.

G.V

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