Capitulo XI

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En casa de los Escorpio Acuario, ya todos estaban reunidos, esperando a que dieran las 12pm para año nuevo (2016 o 17 ._.) Kardia y Dégel terminaban de cocinar, Surt bajo de la segunda planta
- oye, Surt, ¿no invitaras a Sigmund a la fiesta?- preguntó Dégel
- no quiso venir, pero si lo invite, creo que piensa que lo odian o algo por el estilo.- dijo Surt
- no lo odiamos...- dijo Dégel sin poder terminar
-  que bueno, que no venga, nadie puede quitarme a mis hijos, si apenas y soporto a Milo es por Isaac, no por otra cosa.- decía Kardia secando unos platos
Dégel suspiro golpeándose la frente mientras Surt reía, Camus entro a la casa con refrescos en brazos seguido por Milo, quien traía unas bolsas que no transparentaban nada
- oye, ¿que es eso?- pregunto Manigoldo señalando las bolsas
- no te lo puedo decir, es sorpresa.- dijo Milo
- oh, ya entendí.- se burlo Manigoldo
Milo fue a la cocina junto con Camus, Kardia y Dégel salían con aperitivos, ambos dejaron todos en la barra, luego escondieron las bolsas que Milo cargaba
- espero que Vanessa sepa lo que hace con todo esto.- dijo Camus
- tranquilo, amor, sabe que hacer, ella no es tonta.- dijo Milo besándole la cabeza
- eso espero... esto en lo personal es una malísima idea.- dijo Camus
- todo saldrá bien, no te asustes.- dijo Milo
Poco después, todos estaban ya festejando, tomando refresco, Milo y Camus eran quienes servían los tragos, Vanessa se acerco a sus padres sonriente
- ¿no quieren otro trago?- pregunto Vanessa
- tu no eres anfitriona pero esta bien, yo si.- dijo Manigoldo
- para mi también, gracias.- dijo Albafica
- esta buen, vuelvo en un segundo.- dijo Vanessa
- uno.- dijo Manigoldo
Vanessa y Albafica rieron, luego Vanessa fue hacia la cocina, vio a Milo y Camus para luego sonreír
- es hora de comenzar.- dijo Vanessa
- ¿estas segura de esto, Vanessa?- pregunto Camus
- claro, funcionara, si funcionó para Lynx.- dijo Vanessa
- ¿de que hablas?- pregunto Milo
- tu solo sirveme eso y ya.- dijo Vanessa
Camus saco de la nevera las bolsas que trajo Milo, eran cerveza, luego abrió una y ma mezcló con el refresco
- mis padres nos mataran si ven esto.- dijo Camus
- solo escondelo y ya, amigo, no tienes de que preocuparte, y si nos pillan tu diles el verdadero motivo.- dijo Vanessa
- cada vez estas mas loca, mujer.- dijo Milo
- quizá, pero esta vez sera por una buena causa.- dijo Vanessa
Vanessa tomo los tragos y se fue, se los dio a Albafica y Manigoldo, todo iba bien en la fiesta, ya siendo cerca de las 2:00am (madrugada), Defteros vio como Milo y Camus limpiaban la cocina, sonrió, vio una lata de cerveza en el suelo, la levanto confundido
- chicos...- dijo Defteros
- ¿si, señor Defteros?- pregunto Camus viéndolo
Ambos se asustaron al ver la lata que Defteros sostenía, este la tiro serio
- ¿para que querían eso?- pregunto Defteros
- este...- se miraron ambos
- diganme la verdad, no me enojare y no le diré a sus padres.- dijo Defteros
- bueno... Vanessa quiere reconciliar a sus padres, ya sabe el estado de su papá.- dijo Camus
- si, es lamentable, pero, ¿de que sirve el alcohol?- dijo Defteros
- vera... según nos contó ella que Manigoldo le confesó que Lynx gracias a que ambos habían tomado nació el día de la fiesta del cumpleaños de mi papá, así que...- dijo explico Camus nervioso
Defteros no pudo evitar reírse, pero se aseguró de que nadie lo escuchara, luego vio a los jóvenes
- lo que de les ocurre, pero ya que, no puedo juzgarlos por intentar ayudar a una amiga, solo que no creo que ese sea el medio correcto_ para ello.- dijo Defteros
- ¿no le dirá nada a mis suegros?- preguntó Milo
- no, no puedo, si quieren ayudar me callo, pero que les quede claro que si ellos lo descubren será otra cosa.- dijo Defteros
- claro, no se preocupe.- dijo Camus
Lynx, Kiseki y Albafica dormían en el sofá, Manigoldo sonrió, cargo a Albafica en sus brazos y luego vio a sus hijos
- Vanessa, ayudame, nos vamos a casa.- dijo Manigoldo
Vanessa fue hacia el y cargo a Kiseki, subieron a ambos al auto, luego Manigoldo subió a Lynx, fueron a casa de la familia, Vanessa llevo a los niños a su habitación, Manigoldo dejo a Albafica en su cama, luego fue a la sala, se sentó en el sofá y suspiro dejando colgando su cabeza y estirando todo el cuerpo bostezando, luego vio a las escaleras
- vaya... no creo que esta vida me moleste, aun tengo a mis hijos y a mi esposo, pero... siento que algo falta aun así...- pensó Manigoldo
Manigoldo escucho unos pasos, se sentó en el sofá y vio a Albafica bajar de ellas hacia el, Manigoldo sonrió
- deberías dormir.- dijo Albafica
- no puedo, últimamente no duermo nada...- dijo Manigoldo
- ¿desde cuando?- pregunto Albafica
- desde el accidente de tu memoria... estoy preocupado... temo que ya no recuerdes nada... que... que enserio dejes de amarme...- dijo Manigoldo
Albafica se sorprendió, veía el rostro de Manigoldo, este reflejaba sueño, cansancio, preocupación, angustia, temor... amor, esperanza, se sintió honrado y a la vez triste por ser el causante de la preocupación en el corazón de Manigoldo, agachó la mirada y se acerco al peliazul, quien al tenerlo cerca lo tomo de la muñeca y lo atrajo hacia el en un abrazo, Manigoldo le beso la cabeza, ambos se quedaron en silencio unís minutos en esa posición, Albafica dudaba, unas borrosas imágenes daban vuelta en su cabeza, no sabia si eran buenas o malas, pero sabia que no le servirían en esa situación, deseaba volver a amar a su esposo... pero no podía, su propia mente le reclamaba al intentarlo, sentía como Manigoldo lo abraza y le acariciaba la espalda con ternura, hasta que el italiano lo tomo de la barbilla, ambos se vieron a los ojos, Albafica se perdió en la mirada del peliazul, era tranquila, amorosa, protectora, perfecta... sin darse cuenta sus labios se unieron en un beso, pero Albafica sentía que no seria solo eso, además el tampoco quería terminar ese beso, tomo a Manigoldo de los hombros para seguir con el beso, el cual se volvió fogoso y apasionado al poco tiempo, Manigoldo recostó a Albafica en el sofá y se puso sobre el, luego siguió besándolo, mientras le desabotonaba la camisa, Albafica no estaba seguro de seguir o no, puesto que su mente lo torturaba diciéndole que no tenia que hacerlo con alguien a quien no amaba, pero su corazón y su alma le gritaban que esas traviesas manos deseaban tanto como el decirle sin palabras todo lo que se perdió por culpa de ese accidente, al final decidió ignorar todo y escuchar solo a su cuerpo, el cual le exigía seguir, abrazo el cuello de Manigoldo para amplificar el beso, cuando ambos se quedaron sin aliento se separaron para verse tomando bocados de aire, luego sonrieron uno al otro
- donde se te ocurra decir una de esas patéticas excusas, juro que me mato.- dijo Manigoldo
- no... quiero esto... sigue, Manigoldo.- dijo Albafica
Manigoldo sonrió y beso con ternura la mejilla de Albafica para desviarse a su oído
- eso esperaba oír.- dijo Manigoldo

Seamos Familia (Manigoldo X Albafica) [2da Temporada] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora