Los besos no se detenían, ambos se besaban con lujuria y desesperación, dando a entender cuando deseaban hacer ese acto tan impuro pero el más claro para dejar de lado las dudas del peliceleste, Albafica en un ágil movimiento logro tirar a Manigoldo bajo de el y se sentó en su cintura, esto hizo sonreír a Manigoldo, quien lo tomo de las caderas y lo hizo pegarse mas a esa parte, haciendo que el menor se de cuenta de como ponían esas acciones a su esposo, Albafica se ruborizó, pero dio unas brincos que solo hicieron que Manigoldo lanzara gruñidos de desesperación por traer pantalones en ese momento, se incorporo y siguió besando a Albafica, quien correspondía de la misma manera, ambos de quedaron sin aliento, luego se vieron sonrientes
- deberíamos ir al cuarto... antes de que nos vean...- sugirió Albafica acomodando un mechón de cabello que estaba en su rostro
- esa idea es buena...- dijo Manigoldo acariciándole las piernas
Manigoldo se levantó y casi lo jalo al cuarto, para luego tirarlo en la cama, Albafica solo paso su mano por su cabello, como incitando al italiano a acompañarlo en aquella ancha cama, Manigoldo sin dudar se abalanzó sobre el deborandole los labios con ferocidad que el menor apenas y podía igualar, Albafica de desabotono el pantalón, mientras que Manigoldo terminaba de quitarle la camisa y le labia y mordía su piel recién expuesta, dejando marcas tenues pero visibles al estar tan cerca, Albafica no dejaba de liberar gemidos tímidos, que el silenciaba con su mano para no despertar a los niños, pero se despreocupó de eso cuando sintió la boca de Manigoldo sobre su miembro, no sabia ni en que momento le habían quitado el pantalón y la ropa interior, pero se dispuso a disfrutar como esa boca experta en el, lo hacia enloquecer en cada lamida, succión y roce, Manigoldo sonreía complacido, cuando escucho con atención los gemidos del peliceleste, supo que no le faltaba mucho para correrse, así que se detuvo lentamente y volvió a subir hasta llegar a los labios de Albafica, quien no dudo en besarlo con pasión infrenable, ahogando gemidos entre los labios de ambos, Albafica tenía los ojos cerrados, pero los abrió al no sentir los labios de Manigoldo sobre los suyos, pero este le beso la mejilla y se desvío a su oreja
- hace tanto que no lo hacíamos así... enserio deseaba volver a hacer el amor contigo, mi bello Albafica.- dijo Manigoldo tierno, pero con un toque de picardía
Albafica gimió nuevamente al tentir como Manigoldo le lamió la oreja, luego volvió a sus labios, se besaron unos momentos, luego Albafica le quito el pantalón al mayor, quien solo sonrió tomándolo del mentón sin dejar de besarlo, Albafica de alejo un poco de los labios del peliazul y sonrió
- es mi turno...- dijo con lujuria y deseo en su mirada
- ¿que planeas hacer?- pregunto Manigoldo sonriente
Albafica bajo hasta la parte baja de Manigoldo, y comenzó a lamer el miembro de su esposo como si de una paleta se tratara, con paciencia, a su tiempo, Manigoldo jadeaba ante las excitantes acciones del peliceleste, intentaba no hacer demasiado ruido, era rutina de ellos al hacer el amor, quien terminara mas excitado perdía, jugándose el orgullo, aunque no negaba que le fascinaba lo que Albafica hacia en su parte mas noble, Manigoldo en un segundo levanto el rostro de Albafica y volvió a tumbarlo en la cama, luego lo tomo por las muñecas y separo sus manos de los costados, sonreía impaciente, mientras Albafica esperaba a ver que hacia su esposo
- yo quiero correrme en otro lugar...- dijo con una voz demasiado excitada
- intentemos algo nuevo...- propuso Albafica
Manigoldo abrió los ojos como platos, pero sonrió picado, para acercar su rostro al de su esposo y susurrar sobre sus labios
- ponte en cuatro...- dijo Manigoldo
Albafica sintió como sus mejillas se calentaban ante tal petición, Manigoldo sonrió y giro a su esposo, para después levantarlo, mientras este se apoyaba con sus rodillas y manos, el peliazul sonrió observando a su esposo en esa posición, luego le beso la espalda mientras le acariciaba las piernas, Albafica solo reaccionaba con sonoros gemidos ante los toques de Manigoldo, quien lo tomo de las caderas y lo penetro así, Albafica grito de dolor, pero cuando comenzó a sentir mas placer que dolor, movió las caderas, Manigoldo comenzó a moverse con fuerza de manera lenta dentro de él, sin dejar de acariciarle las piernas mientras le mordía el cuello y la espalda media, siguieron hací un rato inespecífico, pero se detuvieron hasta que ambos se corrieron, Albafica se dejo caer en la cama, pero Manigoldo lo giro y lo vio sonriendo
- sabes que no estoy complacido del todo, Alba-chan.- dijo Manigoldo
- debí imaginarlo... tu siempre fuiste un salvaje en la cama... además eso nunca me lo espere...- sonrió Albafica
- ya ves lo que provocas en mi...- dijo sonriendo
Manigoldo tomo ambas muñecas con una mano y las puso sobre la cabeza del peliceleste, mientras que con su mano disponible acomodaba las caderas de Albafica para que embonaran con las suyas, luego lo penetró en esa posición, Albafica grito primero por el dolor, Manigoldo se movía de forma lenta, observando cada gesto de Albafica, cada cara, cada mueca, las disfrutaba y recordaba todas, ya las había visto pero le seguían fascinando de igual manera, tener a su esposo en esa posición era simplemente excitante de manera indescriptible para el peliazul, quien al identificar que Albafica gemía por deseo y comenzó a mover las caderas, se movió de forma mas rápida, lo soltó de su agarre y puso sus manos a los costados para no caerse sobre el peliceleste, Albafica ya solo gemía de placer, de deseo por las acciones del mayor, quien le mordía y lamia el cuello mientras tanto, sin dejar de moverse, Albafica se retorcía de pasión por lo que sentía en ese momento, abrazo del cuello a su esposo, gimiendo en su oído, incitando a Manigoldo a seguir con mas rapidez, cosa que hizo, Albafica no sabia como responderle, ya que estaba embelesado por el deseo, así que palpo la espalda del peliazul, rasguñandolo un poco, siguieron sin saber cuanto tiempo estuvieron así, ambos parecía que habían llegado al 5to orgasmo, una leve capa de sudor los cubría, ya solo se escuchaban gritos de pasión y jadeos de placer en esa habitación, además de la cama que golpeaba contra la pared, ninguno de los dos deseaba terminar ese acto tan impúdico pero a la vez tan hermoso para ambos, pero supieron que no aguantarían mucho mas tanta pasión, siguieron hasta que Manigoldo pudo correrse dentro de Albafica, y este entre ambos vientres, Manigoldo intentaba regularizar su respiración mientras veía a su esposo, quien tenia una expresión divina en su rostro, su sonrojo inocente, pero una expresión de suplica por mas, Manigoldo sonrió y le beso la mejilla para reír juntando las frentes de ambos
- vaya... no creí que volveríamos a tener nuestra noche de bodas...- dijo Manigoldo riendo levemente
Albafica desvío la mirada sonrojado, Manigoldo salio de el y se tumbo a su lado, libero un suspiro de alivio, luego rió tocándose la frente viendo a Albafica, quien lo vio de reojo, luego sonrió desviando la mirada, Manigoldo sonrió con ternura, luego lo abrazo y le beso la cabeza, Albafica se giro y se recargo en el pecho de su esposo, quien le frotó la espalda mientras los tapaba a ambos con las cobijas de la amplia cama
- sabes, yo quería ponerte en cuatro desde hace mucho.- dijo Manigoldo acariciándole el cabello
Albafica lo vio con algo de fastidio, pero suspiro y cerro los ojos
- durmamos por favor.- dijo Albafica
Manigoldo sonrió y lo abrazo cerrando los ojos
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Seamos Familia (Manigoldo X Albafica) [2da Temporada] [En Edición]
RandomPuede que hayan vivido tranquilamente por unos años, pero viejos horrores regresaran para atormentalos y no dejarlos ser felices