Capitulo IX

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Era de mañana, Albafica leía acostado en su cama, escucho a alguien tocar la puerta, era Manigoldo, quien cargaba un adorno de rosas rojas, Albafica sonrió, Manigoldo entro y dejo el adorno aun lado de la cama en el buró
- ¿te sientes mejor?- pregunto Manigoldo
- algo, si, gracias por preocuparte.- dijo Albafica
- oye, eso me ofende.- dijo Manigoldo
- ¿por que?- preguntó Albafica ahora confundido
- eres mi esposo, por eso, obviamente estaré preocupado por ti, mi vida.- dijo Manigoldo
Albafica no pudo evitar reír, Manigoldo sonrió, le encantaba ver a su esposo feliz, como antes
- dime, si eres mi esposo, debes saber mucho acerca de mi.- dijo Albafica
- exactamente, lo se todo de ti, incluso puedo decirte de que color es tu ropa interior, que creo es azul con negro.- dijo Manigoldo
Albafica se quedo sorprendió, fruncio el ceño y desvío la mirada algo sonrojado, Manigoldo se rió en voz baja
- lo sabía.- dijo Manigoldo
- ya, deja los juegos.- dijo Albafica
- esta bien, esta bien, tu preguntame lo que quieras y te lo responderé.- dijo Manigoldo
- oh, ¿enserio?- pregunto Albafica alzando una ceja
- quieres apostar, pero dejame decirte que eres malísimo en las apuestas.- dijo Manigoldo
- entonces tu di que apostamos, y dalo por hecho.- dijo Albafica
- en ese caso, apostemos un beso.- dijo Manigoldo
Albafica se sorprendió, hubiera esperado cualquier cosa, pero jamas que Manigoldo quisiera apostar un beso, algo tan simple, tan inocente
- esta bien, un beso.- dijo Albafica
- muy bien, que venga la primera pregunta.- dijo Manigoldo
- mi nombre completo.- dijo Albafica
- Albafica Piscis Leo, venga, algo difícil.- dijo Manigoldo
- mi color favorito.- se cruzo los brazos
- azul celeste... o verde, te gustan por igual.- dijo Manigoldo
- mi lugar favorito.- dijo Albafica
- mi cama.- respondió Manigoldo riendo
- oye, tomalo enserio.- dijo Albafica
- perdón, perdón, no pude evitarlo, me pareció gracioso, tu lugar favorito... la plaza del centro, esa de la fuente enorme, te encanta lanzarle monedas para pedir un deseo, y en la reja del campo de futball ambos pusimos un candado con nuestros hombres y colgamos las llaves en el árbol mas grande igual que otros.- dijo Manigoldo
- ¿cuando dimos nuestro primer beso?- preguntó Albafica con ternura
- ese fue... cuando te pedí que fueras mi novio, el día en que me atropellaron por salvar a Vanessa, ese día tu necesitabas algo para dárselo a tus padres, la niña quiso ir a buscarte y casi la atropellan
Albafica estaba sumamente sorprendido de con que lujo de detalle Manigoldo recordaba todo, solo faltaba que le diga fecha y hora, Albafica sonrió, deseaba entender porque se había enamorado de el, y parecía que lo iba comprendiendo
- nuestra primera vez.- dijo Albafica
- fue después de la fiesta de cumpleaños de Kardia, estaban ebrio, te sentaste en mis piernas y ocurrió lo que ocurrió.- dijo Manigoldo
- ¿quien escogió los nombres de nuestros hijos?- preguntó Albafica
- el de Lynx fui yo, tu escogiste Kiseki, eso fue después de un choque que tuvimos, tuviste una pesadilla y cuando despertaste dijiste que querías llamarla así, y yo escogí el nombre por un libro que leí.- dijo Manigoldo
- ¿como es posible que recuerdes tan bien todas esas cosas?- preguntó Albafica
- es que no puedo olvidar todo lo que pase contigo... deseo que vuelvas a mi, como antes.- dijo Manigoldo
Albafica sonrió, Manigoldo lo tomo del rostro, luego sonrió
- me debes algo...- dijo Manigoldo
- esta bien, ganaste.- sonrió Albafica
- lo que sucede es que... Te conozco, desde el pelo, hasta la punta de los pies...- recitó Manigoldo en su lengua natal
Albafica no pudo evitar reír ante esto, lograba entenderle, por alguna rara razón, lo hacia, Manigoldo entrelazo sus dedos con los de Albafica, y le sonrió de la firma mas inocente que podía hacerlo
- se que roncas por las noches, y que duermes al revés, se que dicen que tienes 20 cuando tienes... ¿cuantos, 37?- dijo Manigoldo
Albafica rió mas fuerte, se cubrió la boca y vio a Manigoldo, quien sol se reía un poco
- te conozco, cuando ríes, y tus gestos al amar, se de aquella cirugía que a nadie le has de contar, se que odias la rutina, un poco mas que a la cocina.- dijo Manigoldo acariciando los dedos de Albafica
- todo es cierto, me sorprendes.- dijo Albafica
- y aun no termino... Reconozco lo que piensas, antes de que comiences a hablar, se de tus 150 dietas para adelgazar, se que padeces de insomnio, y hasta se lo que este viernes has de hacer para cenar, y es que tanto te conozco, que hasta se que me has de extrañar.- dijo Manigoldo acercándose a el
- si claro, eso ya lo dudo.- dijo Albafica
-no cuestiones mi poder, Albita... porque tanto te conozco, que hasta podría jurar... que te mueres por regresar.- dijo Manigoldo
Ambos terminaron por desear acercarse al otro, lo que termino en un beso, era tierno pero largo, Albafica tomo a Manigoldo del rostro sin apartarse de el
- no me dejes...- pensó Albafica
Manigoldo tomó las manos de Albafica entre las suyas, ambos pensaban en hace cuanto no se besaban de esa forma, tan inocente, sin malicia, con la única intención de decirse sin palabras que se aman de forma muy profunda
- no te preocupes... jamas me iré de aquí.- pensó Manigoldo
Vanessa iba a entrar a la sala, pero al ver la escena sonrió y decidió no interferir, se retiró al comedor a esperar hasta que su padre soltara a su papá, en eso llegaron Kardia y Dégel, esto alegró a Vanessa
- tío Dégel, tío Kardia, al fin vinieron.- dijo Vanessa
- al fin nos dejaron, el viejo nos tenia bien cortos, no podíamos salir de ese lugar.- dijo Kardia
- deja de ser tan dramático.- dijo Dégel
Kardia hizo un puchero, Vanessa no pudo evitar reír
- ¿donde esta tu papá?- preguntó Dégel
- en la sala a mitad del pasillo, mi padre esta con el ahora, deberán esperar a que se desocupen.- dijo Vanessa
- vaya, mugre crustáceo pícaro, parece que se esta divirtiendo.- dijo Kardia
- no te burles, Kardia, sabes cual ed la condición de Albafica, eso podría hacer que vuelva su memoria.- dijo Dégel
- eso es verdad, por eso no interrumpí tampoco.- dijo Vanessa
- bueno, dejare de mofarme... pero el crustáceo de agua puerca no se salva de mi.- dijo Kardia
Dégel suspiro con pesadez, Vanessa se rió ante tal escena

Seamos Familia (Manigoldo X Albafica) [2da Temporada] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora