capitulo 3

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Cuando cumplí los 13 años quise de regalo ir a conocer a los jugadores de mi equipo favorito, pero mi mama me dijo que no se iba poder porque el dinero que tenía no era suficiente, entonces yo me puse muy triste porque no iba a poder ir a ver mis jugadores favoritos y lo que hice fue encerrarme en mi cuarto y estuve ahí el resto de mi día, no me dio hambre y me puse mis audífonos y escuché mis canciones favoritas, llego la hora de la cena y no quise bajar a comer nada porque no tenía hambre, mi madre me estuvo insistiendo tanto que me desespere y le grite muy feo, me subí rápido a mi cuarto y comencé a llorar porque me había arrepentido de lo que le grite a mi mama.


Pasaron los días y no quería comer, y cuando comía era muy poco, simplemente no me daba hambre y podía hacer mis actividades como si nada. Y esto se fue haciendo costumbre hasta que Mariana me noto más delgado de lo que estaba entonces fue cuando me pelee con ella por preocuparse mucho por mí, me daban unos ataques de ira que a todos les gritaba y mi actitud cambio muy feo y esto se fue haciendo costumbre.


Muy arrepentido de mi actitud con Mariana decidí invitarla a comer a mi casa algún día. Llego el día y Mariana llego a mi casa con un pastel en las manos, la recibí con mucho gusto y comenzamos hablar, en eso comenzó a llover como nunca, mi mama nos había servido la comida y cuando no las terminamos la invite que subiera a mi cuarto, ahí comenzamos hablar y hubo algo en mí que me hizo decirle que me gustaba y la bese. Ella apenada solo se puso de pie y salió corriendo de mi casa, yo salí tras de ella y la alcance y me dijo....

-Carlos también me gustas, pero sabes que mis padres no me dejan tener una relación- con la mirada hacia el piso-
-No te preocupes nadie sabrá de esto-le dije con una gran emoción-
-No Carlos, lo siento- me dijo muy triste-

Solo le puse mis manos en su mejilla y le susurre en el oído -No pasara nada malo si esta junto a mí- y la bese.


La acompañé hasta la puerta de su casa y antes de que ella entrara le dije que si quería ser mi novia a lo cual ella dijo que sí.  

37 MINUTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora