Oro es poco.

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Luego de medio beso reaccioné, coloque mis manos sobre su cuello y me puse de puntillas, El metió sus manos entre mi cabello rodeo mi espalda con su abrazo halo un poco mi labio y luego sonriendo lo mordió , ¡mierda! besa bien, realmente bien, como si en una competencia inventaran una nueva medalla pues el oro es poco para lo bueno que eres, nuestro beso duraba un poco mas de lo necesario, comprensible claro para dos personas que debían haber hecho esto al menos ¡hace una semana! me apretó contra su cuerpo y pase mi lengua sobre su labio inferior, me cargo y subió en el empotrado, mis manos estaban en su cara y las suyas en mi cintura, luego las mias estaban en sus hombros y espalda y las de EL paseando suavemente por mis piernas, mientras nuestras bocas seguían conectadas comencé a respirar agitada - ¡ok! Beth es hora de que pares esto pensé - fui poco a poco parando el beso - ¡Wow! - ¡Mierda!disculpa la grosería Benet, pero eso fue... Besas excelente - dijo tomando mi cara entre sus manos y dándome varios besos pequeños - lo siento, necesito mas - mas besos pequeños y unos cuantos más  largos luego, aunque la verdad ya estaba hirviendo, coloque mis manos en su pecho y con un largo suspiro pare de nuevo - vamos a calmarnos- dije abriendo las manos y sonriendo - tienes razón, siente - me colocó la mano en su pecho - ve a vestirte, si no, no podre controlarme - dijo mirándome el cuerpo, me bajo del empotrado cargándome  lo que me permitió sentir su "gran emoción" por nuestro momento.

Salio del cuarto y se dio una larga ducha en el baño del pasillo, le presté una franela que León había dejado hace mucho en casa para emergencias, tomé una ducha rápida, me puse unos shorts rasgados de jeans con una blusa estilo péplum blanca y cómodos zapatos bajos color marrón con tejido beige a los lados, zarcillos pequeños y un set de cueritos que compré en el barrio hippie, me coloque crema perfumada en el cuerpo, no olvide el desodorante esta vez.

- ¿Y los demás?- dije mirando la muy vacía sala - dejaron una nota - dijo entregándomela -  " fuimos a la piscina, no quisimos molestarlos, nos vemos en la noche, besos " - ya vuelvo - dije sonriendo, revise mi teléfono nada, llame a León, a Sophi, ni me moleste en llamar a Sol, ella y Andrés se perdieron de la fiesta antes de mi coma tequilero,  llame a Mare al fin alguien contestó - ¡Hola! ¿que tal tu mañana? Debes contármelo todo ¿Como lo tiene? ¿Fue bueno? - ¿Que? ¡No! solo nos besamos - ¡Escúchame bien elizabeth! dormí una hora por dejarte la casa incluso limpiamos, aprovecha este dia,  ¿al menos besa bien?- oh si! Besa bien muy bien - ¡ay! Que emoción - soltó un chillido, reí - bueno tienes la casa hasta la noche, no dejes de hacer nada que yo haría, ah y no se coman todo el pastel, bye - colgó, ok calma beth, puedes estar sola en tu casa con EL, no es nada, no es tan sexy y dos meses sin sexo no es tanto tiempo me dije a mi misma para calmarme, salí a la sala - dudo que hallan dormido, hasta limpiaron la casa - le dije observando la sala-  mejor ellos que nosotros ¿no?- dijo tomándome por la cintura y besandome - me gusta como funciona tu cerebro - dije coqueta - ¿que quieres comer?- dejame ver que hay en la nevera, ¡Si!- y bien chef ¿que tenemos? - sobras - dije canturreando - ¡si! Choca los cinco - a ver hay tequeños, mini pizzas, sandwich de queso y tocineta, carne para hamburguesas preparada, vegetales picados, pan, soda, Pastel y helado soy buena anfitriona asi que  ¿que quieres? - le pregunte - todo - reí- ¿hamburguesas y papas?- preparamos y comimos en la cocina, conversando y riendo, al final lavamos y ordenamos - somos un buen equipo Benet - ¿lo somos cierto?- dije mirándolo a los ojos, lo que básicamente significa mirar un poco hacia arriba y lo besé, desde que nos besamos por primera vez no habíamos dejado de hacerlo, ni de sonreír, me recogió un rebelde mechón de cabello y mordió mi oreja - ¿Que quieres hacer hoy? - no lo se - dije haciendo una mueca - los domingos nunca hago nada - me miro con picardía y me subió a la mesa - yo tengo una idea-.


 

La sonrisa de BethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora