Capitulo 7: Esperando un milagro.

9 1 0
                                    

Estábamos frente a la farmacia, nos subimos a un techo cercano, estaba a punto de anochecer y teníamos poca luz de día, sacamos un rifle y pusimos a Mario gente a el.

- Dispara, dijo Dan mientras fumaba un cigarro.

Disparo y le dio en el hombro haciendo que cayera al suelo, recargo y le dio en la cabeza, habían alrededor de 8 en nuestro ángulo, el le disparó a todos mientras que dijo.

- Hay alguien dentro de la farmacia.

- ¿Seguro, no fue un reflejo?

- No Dan, estoy seguro alguien miro rápido por la ventana y estoy seguro que los muertos no se asoman a ver.

Bajamos Dan y yo, Mario tenía que quedar arriba y decirnos si algo pasaba afuera, colocamos una grabadora con audios de algún señor mayor de edad, ahora sólo teníamos que esperar que los muertos fueran hacia aya, entramos por una ventana la cual rompimos con la escopeta, nos fijamos por ahí y vi estantes con medicamentos los cuales eran necesarios, seguimos por un pequeño consultorio y no había nada todo estaba desordenado y olía muy mal, veíamos en los gabinetes y sólo habían papeles y libros de medicina, seguimos hasta el baño donde oliamos una gran peste que hacía que vomitara en segundos, Dan me hizo una señal y corrí hacia el.

- Hay un sótano dijo mientras apuntaba con la escopeta.

- Vamos a revisar arriba le dije

Subimos y veíamos cuadros, al parecer de una familia de 5 y en la puerta decía "hijo nos fuimos a casa de tu abuelo, ve de inmediato, cuídate, te ama, mamá.",  Abrimos la puerta y había una pequeña sala y cocina, no habia nada mas, bajamos al sótano donde estaba oscuro, prendimos las linternas y vimos un señor durmiendo, no tenía ni idea de que estaban robando en su escondite, en una fracción de segundo nos apunto con un rifle de asalto mientras nos miraba decidido a disparar baje mi arma y Dan la escopeta, y el prendió la luz, tenia un pequeño laboratorio de medicina ahí, como el que nunca me compraron mis papas por temor a que hiciera un brebaje mortal.

- Fuera de aquí, dijo el señor fuerte y claro.

- Creíamos que estaba vacío, no sabemos que habían personas.

- Dan le daba la mano mientras decia, tienes medicamentos de sobra los cuales necesitamos, cambiamos cosas, así casi quien se queda bien.

- Tengo de todo, analgesicos, medicamentos naturales, medicamentos para niños, todo para sanar a 100 personas de todas las enfermedades.

- Y ¿tienen más gente?, nos dijo mientras guardaba botes y cajas.

- ¿cual es tu nombre? Le dije

-Francis, responde mi pregunta.

- Si, dijo Dan mientras le daba la señal por una ventana a Mario.

- ¿Puedo ir con ustedes?nos dijo muy decidido.

-No te conocemos le dije

- Llevo semanas sin ver una de esas cosas, se como defenderme, además pueden echarme cuando quieran, sólo quiero tener un hogar que no sea la farmacia de mis padres.

El era el hijo, de los señores, sólo el sabe cuanto tiempo tiene aquí, además que era el olor tan inmundo que salía de esa puerta. No creo que fuera buena idea preguntarle, tomamos todo mientras el nos vigilaba con arma en mano, la apretaba fuerte, tan aferrado a su rifle mientras que no le quitaba la mirada de encima, no sabíamos si el era bueno, aunque en este mundo ya no hay nadie bueno, ni los que iban a las iglesias los domingos o donaban en las cajas de necesitados, todos estábamos contra todos.

Mario entró y se le notaba agitado.

- Que sucede le dije

- Nada, solo escapaba de ellos, baje para entrar y hay varios afuera, la grabadora dejo de reproducir, así que era hora que entrara.

- Quien es el, dijo Francis

-  Nuestro centinela, el cual no está vigilando.

Salimos por la puerta de atras, y caminábamos con todo lo que pudimos, el cerro con un gran candado. Caminábamos por una zona de casas, como la que tenía antes de todo, me dolían las piernas y la cabeza, creo que no era el único, entramos a una de las casas y lo había nadie, estaba todo saqueado, era de suponerse, subimos y arrancamos puertas y ventanas dejábamos a Dan cuidando abajo mientras yo me preparaba para dormir, y se me olvidó lo mas importante, dejar mi pistola bajo mi almohada,  era algo normal hoy en dia, no era algo que la gente que vivía no hiciera.

Desperté en la madrugada, baje y todo estaba normal mire por las ventanas, revise las puertas y subí a ver por una sala que estaba en la segunda planta, recordaba como era la vida antes cuando podríamos salir a pasar el rato o jugando con los hijos que nunca tuve, no me arrepiento, que un niño viva en estas condiciones es horrible, incluso prro que en la guerra, un auto negro se paró a unas calles, desperté a Dan y le señalé la ventana, espió sin hacer mucho movimiento, bajaron 3 personas, 2 con cascos y ropa de militares y un sujeto con una bolsa en la cabeza, atado de manos, como reen de ISSI, lo incaron y ejecutaron, el disparo se había oído en varias calles, eso no era bueno para la salida, nos faltaban 2 KM para poder llegar al almacén donde estaba Piter y Carmen, la calle se llenó de muertos a una gran velocidad, como hormigas viendo si alimento, Mario escucho los gemidos y no los que el le gustaría oir, con pánico dijo:

- ¿Que haremos ahora?

- Esperar un milagro dijo Dan mientras se sentaba.

- Diablos estamos jodidos dijo Francis mientras se agarraba la cabeza con fuerza.

Pero en estos momentos lo mas peligroso eran los tipos de vehículo negro, teníamos comida limitada al igual que agua, sólo teníamos que esperar una oportunidad y boom, saldriamos con una sonrisa, o caminando todo idiotas con sangre y baba de la boca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 13, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Diario De Un Muerto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora