"Los monstruos son reales, y los fantasmas también: viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan."
Stephen King.
Vi el reloj, marcaba las 2 a.m. en punto.
Cerré el último folder y lo acomodé en dónde correspondía, tomé el último sorbo de café. Me dispuse a abandonar mi oficina y apagué la luz.
Antes de que mi mano pudiera girar la perilla de la puerta unos pasos se escucharon en la lejanía de el pasillo, me quedé quieto, poco a poco se iban acercando, no había duda, se dirigían hacia donde me encontraba. Con la leve luz de la bombilla externa pude ver una silueta formarse frente a donde me encontraba, la perilla giró, quedando frente de aquel sujeto.
John se encontraba parado delante de mi con un paquete de más folders.
-Sabía que todavía te encontraría.- comentó con una sonrisa en el rostro, en ese momento deseé haber dejado la oficina temprano.-Creí que ya eran todos los pacientes pendientes- dije señalando el poco discreto bulto que traía bajo el brazo.
-Ah esto- contestó mientras me tendía el aquel bulto. –En realidad, no se trata de un nuevo paciente- Lo miré confundido, tomé el folder y le di una breve hojeada, lo que vi me desconcertó un poco.
-¿Me puedes explicar que significa esto?- los archivos que contenía aquella carpeta eran más propios de una oficina forense que de la mía. –Significa, querido amigo, que en 5 horas partiremos a Texas, así que prepara tu maleta, nos iremos por lo menos dos meses- aquella noticia me sobresaltó, ¿estaba hablando en serio?; cerré la puerta de mi oficina y caminé en silencio a lado de John de camino al estacionamiento.
** **
¿Dormir? En teoría, si no hubiera pasado lo que restaba de tiempo dejando mensajes a mis pacientes explicándoles el asunto y disculpándome por mi ausencia, todo estaría bien, los estragos se notaban, tratar de ocultar todo con una dosis de cafeína y un par de flamantes ray-ban no era la mejor idea.
-Haz estado callado todo el camino- al final John se había atrevido a romper el silencio incomodo que se respiraba en aquella cabina de taxi; -¿Y qué quieres que te diga?, podría decir algo si me explicaras por que carajos estoy en un taxi camino al aeropuerto en donde me espera un vuelo a El Paso sin escalas- respondí de una manera un tanto cansada y aburrida, en verdad tenía intriga de porque nos dirigíamos a Texas y por demasiado tiempo, confiaba en John, después de todo por algo él era mi asistente personal, solo que a mi no me gustaban los secretos.
Al llegar al aeropuerto lo primero que hicimos fue documentar el equipaje, John había mencionado algo sobre explicarme todo en la cafetería de dicho lugar, pero para mi sorpresa alguien se le había adelantado, al llegar al área de equipaje habían dos sujetos de traje oscuro esperándonos, un hombre y una mujer, ambos jóvenes, tal vez un poco mayores que yo, portaban un gafete en el cual se podía leer claramente las siglas "FBI".
-Doctor Frank- dijo el joven a modo de saludo, ¿cómo sabia mi nombre?, solo respondí con un gesto de mano. – John, ya hemos hablado por teléfono, un placer- miré a John con cara de sorprendido, acaso el muy hijo de puta había estado planeando algo sin consultarme, o más aún ¿había estado planeando un complot?. –Tranquilo Frank, hablaremos con ellos- al parecer se percató de mi mirada confusión y ligero espanto; nos escoltaron muy amablemente a documentar equipaje y después hasta el segundo piso en donde se localizaba la cafetería, se ofrecieron a pagarnos el desayuno, ¿por mi parte? Otra taza de café bastaba, de momento solo quería saber que estaba pasando.
-Bien doctor, iremos al punto, las autoridades de El Paso solicitaron ayuda hace un par de meses, ¿el asunto? Habían denunciado varias desapariciones y posteriores homicidios, específicamente mujeres entre 25 a 33 años del otro lado de la frontera, nuestra jurisdicción no tiene peso, a menos que las autoridades mexicanas lo soliciten, la cuestión es que ahora los reportes de casos similares por no decir iguales se han extendido a Texas, ahí es en donde entra el FBI- Vaya, eso si que era interesante, digno de una serie policiaca, pero ¿qué tenia que ver conmigo?.
–El punto lo entiendo am ¿agente?,¿detective?, solo que ¿en dónde entro yo?-
-Agente esta bien, a eso iba doctor, necesitamos su ayuda para poder localizar al asesino- respondió seriamente, la chica solo se limitaba a asentir a todo lo que él decía, nunca dijo una palabra. -¿Asesino?- pregunté un tanto desconcertado, solo obtuve un movimiento de cabeza por parte de ambos como afirmación, así que de esto se trataba, todo comenzaba a cobrar sentido, el viaje, las fotos que me había mostrado John.
-¿Y de que le podrían servir mis conocimientos al FBI?-.
-De eso se trata Doctor, no conocemos a nadie que en menos de 28 años posea titulo, maestría y doctorado en psiquiatría y psicopatología, ni siquiera alguien de la UAC, además la unidad esta llena de casos y uno más sería negarle a este caso la prioridad que merece- la agente por fin habló, sonreí ante el cumplido, así que John había conseguido tratos con el FBI, vaya, ese muchacho no dejaba de sorprenderme.
En ese momento me sentía como un policía, al acecho de Bundy.
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Querido Diario (Frerard)
Mystery / ThrillerFrank Iero, reconocido psiquiatra de Belleville, es solicitado por el FBI para ayudar en un caso de homicidio en Texas, aunque no todo lo que parece es verdad. *puede contener muerte de personajes, homicidios explícitos, sexo explícito, mucha descri...