Capítulo III

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Skyler

-He pasado una tarde bastante agradable. Tu abuelo es muy divertido. Nunca lo había visto sin el papel de ministro-río ante la confesión de Joseph.Nos encontramos en el porche de la casa.

La verdad la hemos pasado de maravilla. He conocido muchas cosas de él, como por ejemplo sus gustos y lo que desea convertirse, en un gran músico. El se encarga de tocar la batería en la iglesia que tiene a cargo mi abuelo.

-Lo es. No se que haría sin sus bromas y su humor tan alegre.-quedo mirando a hacia un punto fijo- Es todo lo que tengo.

-¿Y tú madre?

Mi madre.

Me remuevo en mi lugar y hago una mueca dando a entender que me incómoda hablar de ella. Espero que el capte mi indirecta. Pienso algo rápido y superficial acerca de su persona.

-Ella vive con su marido y mi pequeño hermano Isaac. Decidí venir a vivir con mis abuelos para poder ayudarlos con los quehaceres. Ya sabes....a su edad hay cosas que no pueden hacer- digo soltando el aire que parecía que había acumulado.

-Perdón si te ha incomodado mi pregunta-me dice apenado- No era mi intensión.

-No te preocupes. Estoy bien-le sonrío para que pueda relajarse.

-Sabes...Abrirán una feria el domingo cerca de la plaza principal, me han dicho que habrá un parque con varios juegos.- se soba la parte trasera de su cabeza- Pensé que podríamos ir en la tarde ya que estarán solo ese día porque cerrarán a causa que el verano ya esta terminando y estamos entrando a el otoño.

Me parece una idea grandiosa.

-Me encantaria ir. No me gustaría perderme la rueda de la fortuna- digo feliz mientras hago saltos cortitos.

-Genial.Nos vemos entonces el domingo a la mañana en la iglesia y por la tarde iremos a divertirnos.

-Ya estoy impaciente.

Veo como deja salir de nuevo esa sonrisa que me fascina.

-Nos vemos, Sky-me dice burlón.

-Sabes que no me gusta que me llamen por mi segundo nombre.

-Y tú sabes que me gusta molestarte.

-Lárgate quieres-pongo mis manos en sus hombros y hago que se de la vuelta.Lo empujo hacia adelante con mis manos apoyadas en sus homoplatos. Tiene una espalda muy atractiva.

Bajamos las escaleras.

-Esta bien.Me iré-me detengo y Joseph se gira para verme- Adiós.

Se inclina y me da un beso en mi mejilla izquierda. Se queda más de lo usual. Y me gusta.

-Ádios, Jo.

****

Camino por un campo de flores. Es verdaderamente bellisimo, parece el paraíso. Observo el sol que brilla en mi cara, siento un leve apreton en mi mano derecha y volteo para ver quien sostiene mi mano.

Mamá.

-¿No es hermoso Sky?-

La miro confundida. No soy una niña. Mi mente capta tal confusión que cuando miro hacia al frente veo una especie de espejo. Veo una niña. Yo soy la niña. Tengo un jardinero de jean y una remera blanca. Mi cabello es corto, igual a cuando tenía cuatro años. Luego el espejo desaparece.

-Hermoso como tú, mamá-le  digo sonriendo, sintiendo por un momento una paz al estar con ella. Solas.

-¿Quieres correr?-Asiento con diversión.

NEVER ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora