Capítulo 6

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El calor y el olor a café se filtran por mi cuerpo en cuanto cruzo por la puerta. Aunque la verdad no sabría decir si el calor es causado por el lugar o por el sonrojo de mis mejillas, al guiñarme el ojo, o si incluso si es por los roces de su cuerpo contra mi espalda.

Me quedo algo perdida al no saber en qué mesa sentarnos. Grande, de dos personas, en el centro, en la esquina.

Un toque eléctrico recorre toda mi columna vertebral hasta mi nuca cuando Philip coloca su mano en mi espalda baja y me guía a una mesa de dos entre la esquina y el centro del lugar. Le agradezco mentalmente que él eligiera porque de lo contrario habría sufrido otro ataque de pánico.

Espera a que me siente y luego se sienta al otro lado. Todo un caballero.

Una señora de ya más de 60 años se nos acerca. Tiene el uniforme rosa que portan todos aquí y saca una libreta del bolsillo derecho al igual que una pluma.

-Hola, mi nombre es Illy, y hoy los atendré chicos- nos dice de manera realmente amable mientras nos entrega las cartas. Nos sonríe una última vez y se retira.

Abro la carta y me encuentro con un menú bastante delicioso. A pesar de ser un lugar bastante pequeño, veo que hay una gran variedad de alimentos. No sé qué pedir. Los nervios están en todas partes de mi cuerpo. Tengo curiosidad de lo que él pedirá. ¿Será alguien de desayuno ligero? ¿Qué es lo que debería yo de pedir? El apetito lo he perdido gracias a los nervios, pero tampoco quiero parecer una anoréxica ante él. Además, prefiero comer algo aquí que algo de la cafetería de la escuela.

-¿Y? ¿Qué vas a pedir?- me pregunta mientras deja la carta y recarga los codos sobre la mesa mirándome. Intento ocultarme detrás de mi carta para evitar su mirada.

-Eh...aun no lo sé- respondo, paseando mis ojos distraídamente sobre los alimentos. -¿Tu?

-Creo que me iré por una hamburguesa- responde.
-¿Una hamburguesa? ¿No crees que eso es demasiado para el desayuno? Eso es más para la comida- le digo. Es impresionante. ¿Quién desayunaría algo tan grande como una hamburguesa?

-No veo nada de malo. Tengo hambre. Además, soy un chico. Los chicos necesitamos los nutrientes- dice, sentándose derecho en la silla y sonriendo como niño bueno. -Pero, tú, ¿qué vas a pedir?- pregunta, dejando el tema para enfocarse en mí. Vuelvo a echar una mirada ultima a la carta.

-Supongo que unos hot-cakes- respondo, para dejar la carta en la mesa de nuevo.

Philip asiente con la cabeza y alza la mano. La señora Illy llega unos segundos después con un bloc de notas y una pluma en manos.

-Bien, ¿qué van a pedir?- no pregunta con su sincera sonrisa. Es tan dulce que me siento tentada a sonreírle directamente. Pero dejo ese pensamiento cuando noto que ella me está mirando. Creí que Philip pediría primero.

Me aclaro la garganta y digo: -para mi serían unos hot-cakes.

-Claro- dice Illy mientras lo anota. -¿Algo de tomar?

-Eh...- He olvidado por completo la bebida.

-Un jugo de naranja- contesta Philip. ¿Qué?

-Oh, bien-. E Illy vuelve a anotarlo en su bloc. -¿Para ti que seria, jovencito?- Philip le sonríe mostrando esa sonrisa encantadora.

-Una hamburguesa, por favor- responde.

-Oh, vaya. ¿No crees que es algo temprano para una hamburguesa?- le pregunta Illy. Lo mismo digo. Philip se ríe y niega con la cabeza. -Pero si es lo que quieres...está bien- le contesta Illy también riéndose.

Finalmente, toma las cartas y se aleja diciendo que volverá con nuestra comida. Y así, nos sumimos en un silencio.

Mis manos están reposadas en mis muslos y retuerzo mis dedos por los nervios. Hay algo en el silencio que vuelve la situación un poco incomoda, pero, por otro lado, hay algo reconfortante. A pesar de los nervios, me siento segura a su lado. Con esa sonrisa torcida y esa postura relajada lo único que me hace sentir es que finalmente dejo de ser invisible. Y sé que debería de importarme ya que una de mis metas es pasar desapercibida, pero con él no quiero ser invisible.

Tiene las manos sobre la mesa y juega con la sal girando el recipiente en círculos. Lo observo callada. Y el salero gira y gira y gira, hasta que se cae desparramando su contenido por gran parte de la mesa. Suelta una maldición y me rio sin siquiera notarlo. Veo como una sonrisa aparece también en sus labios mientras con la mano limpia la sal. Y me parece algo simple y simpático que suelto una risa más fuerte, más libre y un segundo después estamos los dos riéndonos como un par de locos.

Cuando su risa para, dice: -me gusta tu risa.

No puedo evitar que mis mejillas se enciendan y tengo que agachar la mirada.

-Gracias- le digo en un susurro. -Por cierto, ¿cómo supiste lo del jugo?

-No se- dice, encogiéndose de hombros. -Pareces una persona de jugo-.

Ni siquiera logro entender de cómo es que él logra ver más allá de quién soy. Para todos siempre he sido la chica invisible, y de repente llega este chico que sabe leerme como si no hubiera lugar en donde ocultarme. Y me siento expuesta. Y me siento bien.

-Y dime,- dice, sacándome de mis pensamientos. -¿quién eres Madison...?- pregunta, dejando la frase suspendida para que la conteste, mientras apoya los codos sobre la mesa mirándome con ojos de inspector.

-Owens- respondo sin más.

-Madison Owens- dice, casi como si lo saboreara. Pero eso es obvio que no pasa, debe ser producto de mi imaginación. -Me gusta-. Pero al parecer se niega a dejar pasar la pregunta inicial. -Entonces...¿quién eres Madison Owens?- pregunta, con la ceja ligeramente levantada.

Mi pasado me asalta en una serie de imágenes que perforan mi cerebro, y tengo que agachar la mirada. El miedo florece dentro de mi como una ola de agua sofocante y por un momento veo lo mal que es todo esto. Yo y Philip, aquí, juntos, fuera de la escuela. Y sé que parece como que me encanta huir ya que es la segunda vez en el día en el que lo único que quiero hacer es largarme.

-¿Madison?- pregunta Philip. Pero lo único que quiero hacer es huir. -No tienes que decirme si no quieres-. No respondo. -Eh, está bien-. Sigo sin responder. -¿Maddy?- dice, y no sé si es que ahora se encuentra de rodillas ante mí con sus manos envolviendo las mías, o que me ha llamado Maddy, pero con eso reacciono. Lo miro y veo esos hermosos ojos azules. Pero no solo los veo, hay más, hay un poco de preocupación y un ligero destello de algo más. Algo más fuerte. Algo real.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2016 ⏰

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