Capítulo 4

14 0 0
                                    

Lo siento. Solo 8 letras. Nada mas. Las digo constantemente a lo largo de mi día, pero ya nunca lo siento. No siento la pena, ni la lastima, ni el dolor que debería de haber cuándo alguien lo siente. En mi boca saben a amargura. Tal vez, he pronunciado tanto esa palabra, que ya carece de valor.

Y ahora lo veo. Mientras estoy tumbada en mi cama, sola, lo veo. Veo el porque no logro hacer amigos.

La gente esta rota. Yo estoy rota. No mas ni menos que otros, pero lo estoy. Me recuerda a el cuento infantil de Pinocho. El quería ser un niño de verdad y por sus errores termino siendo un burro. Al final, claro esta que lo logra, pero le costó mucho trabajo.

Yo soy Pinocho. Deseando y anhelando ser una niña de verdad. Una chica que se preocupa por ver que ropa le va mejor, que barniz de uñas le queda mejor, que chico es el mas atractivo, que amigas son las mas populares, etc. En cambio, pienso en que voy a comer, cuanto gasto, si la gente me nota, si voy a pasar una materia, si alguien habla a mis espaldas, etc. No soy normal. Y como Pinocho, he tropezado.

Cada día me siento mas una burra. En especial hoy. Le hable terrible a ese pobre chico. Y cuando le dije que lo sentía ni siquiera se si lo dije en serio.

Hay algo en el que me hace flaquear. Que me hace fuerte y a la vez débil. Algo que mi cabeza no quiere, pero mi cuerpo si.

Justo aquí veo con claridad porque le grite. Le grite porque me presto atención. Mi cabeza piensa que todo es mejor si paso desapercibida, pero mi corazón se acelero cuando supo que alguien le importe.

Alguien tuvo el valor de hablarme y querer conversar. Pero como la burra que soy, lo mande a volar.

Bien hecho, Madison.

Al siguiente día me levanto de golpe a causa del despertador. Se que la escuela me aguarda pero tengo mucha flojera. Hasta que un pensamiento me asalta, él. Lo voy a ver. Tal vez no debería de emocionarme la idea de verlo por todas las cosas desagradables que le he dicho, pero quiero enmendar eso. Él no se merece que yo lo trate de esa manera.

Me pongo de pie y me dirijo al baño lista para ducharme. Tomo unos jeans y una playera, mi toalla y entro.

Debajo del chorro de agua tomo un para de respiraciones profundas para tratar de despejar mi cabeza.

Cuando salgo me visto y paso una mano por el espejo empañado. Puedo ver mi rostro. Lo analizo durante un momento mientras me repito que tengo que calmarme y que yo puedo hacerlo. Luego me paso el cepillo por mi cabello largo y lo dejo suelto.

Después de desayunar un poco, tomo mis llaves y mi mochila y salgo por la puerta principal.

Camino durante un par de minutos y finalmente el sonido de chicos hablando, me asalta. Me acomodo mi mochila y me adentro en la escuela.

Una vez ahí, me dirijo hasta mi casillero, introduzco la clave y se abre. Saco un par de cuadernos y volteo de reojo a ver a mi alrededor. Lo busco con la mirada pero nada.

Al cabo de unos cuantos minutos, lo veo, y por unos cuantos segundos incluso me parece atractivo. Vuelvo la mirada a mi casillero, tratando de evitar ser vista babeando.

Saluda a unos cuantos chicos y luego se dirige a su casillero. El timbre suena y todos los alumnos comienzan a disiparse. Al final solo quedamos el y unos cuantos chicos.

Vamos, tu puedes.

Tomo una respiración profunda y me dirijo hacia el.

-Hola- digo, poniendo una pequeña sonrisa y tratando de sonar tranquila.

-Oh, hola- contesta un poco sorprendido.

-Bueno...yo...- y las palabras no salen.-Solo quería pedirte perdón por lo de ayer- dije viendo mis zapatos pero escuche una leve risa que me obligo a alzar la mirada. -¿Que te parece tan gracioso?- le pregunto frunciendo el ceño.

-Que me pidas perdón como si estuviera enojado- contesta con una sonrisa picara. -Aunque debo de admitir que me sorprendiste.-

-Oh.- Fue todo lo que pude decir.

-¿Empezamos de nuevo?- me pregunta con esos ojos azules.

-Claro- respondo con otra ligera sonrisa.

-Philip, un placer- dice extendiéndome su mano.

-Madison- contesto, estrechándosela.

Tal vez no sea tan malo.

IraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora