Capítulo 2

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El resto de la noche me la pase dando vueltas de un lado al otro sin poder encontrar la posición adecuada para dormir. Me la pase debatiendo si debía taparme o destaparme. Si me destapaba, después de un tiempo me daba frío. Y si me tapaba, me daba calor. Nada me satisfacía.

Después de estar así toda la noche, mire mi reloj de mesa. 4:56 am. A pesar de que aún era temprano, tenía escuela.

Decidí levantarme e ir al baño. Después de eso bajé para poder comer algo.

Hasta ahora he comido un poco de cereal y pan.

Mientras mastico mi comida miro a mi alrededor.

Todo sigue apagado, a excepción de la luz de la cocina. Las cosas que hay en la sala están tiradas; libros, papeles, cuadernos, etc. Los muebles y el librero no tienen nada. Están vacíos.

Me pongo de pie y tomo mis platos para llevarlos al fregadero. Abro la llave y los pongo por debajo mientras los lavo con jabón. Después de lavar los trastes subo a mi habitación.

Recorro las escaleras y en la primera puerta entro. Evitando por completo cualquier otra habitación.

Cojo mi ropa interior de uno de mis cajones y me dirijo al baño. Cierro la puerta y me miro por un momento al espejo. Mi cabello obscuro cae en ondas hasta mi cintura. Mis ojos verdes se ven grandes y mi cara un poco pálida. Empiezo a apretar mis cachetes hasta que tienen un leve tono de rosa. Pero aún así me veo algo pálida. Sin conseguir nada, me doy la vuelta y empiezo a quitarme mi pijama. Mientras, abro con una mano la regadera para que se caliente el agua. Una vez que ya estoy desvestida, meto mi mano por debajo del agua y noto que esta muy caliente. Abro la fría y espero un poco mas. Una vez que noto que ya esta lista, me meto.

El agua recorre toda mi espalda. Siento como mi cuerpo se relaja a pesar de que deben de ser las 5 de la mañana. Cierro mis ojos y me enfoco en mi cuerpo. En sentir desde los dedos de mis pies, hasta el último pelo de mi cabeza.

Después de pasar un tiempo debajo de el chorro de agua sin hacer nada, tomo el shampoo y me lo pongo en la cabeza. Luego continuo con el cuerpo hasta que siento mi cuerpo limpio.

Salgo de la regadera y me visto. Me pongo unos jeans ajustados y una playera blanca. Seco un poco mi cabello y salgo del baño.

Me pongo un par de calcetines y unos zapatos. Miro mi reloj una vez mas. 6:34 am. ¿Tanto tiempo me quede en el baño?

Tomo mi mochila de la esquina de mi cuarto y me la cuelgo al hombro mientras desconecto mi teléfono del cargador.

Cuando llego al piso de abajo miro a mi alrededor y suelto un suspiro. Un día más. Vamos, si podemos.

Tomo las llaves de la casa y del auto. Descuelgo mi sudadera, me la pongo, y salgo.

Hace un poco de frío afuera y camino a paso veloz hasta mi carro mientras me abrazo a mi misma en busca de calor. Abro la puerta y salto adentro cerrando la puerta. Dejo mi mochila en el asiento de alado y froto mis manos en busca de calor.

Cuando mis manos ya no están tan frías enciendo el auto y me pongo en marcha hacia la escuela. Todo el camino me voy en silencio, como siempre.

Cuando llego, tomo mi mochila y antes de salir me pongo el gorro de la sudadera. Cierro mi auto y camino hacia la escuela.

En cuanto cruzo las puertas el ruido me invade. Todos comentan de alguna fiesta que hubo el viernes, pero yo solo los ignoro y me dirijo a mi casillero.

Cuando paso a través de toda la multitud, por fin llego a mi casillero. Pongo mi combinación y se abre.

Mi primera clase es Humanidades. Saco mi cuaderno y... Se me cae.

"Oh, lo siento". Es la voz de un chico. Ni siquiera lo escuche antes. Sin saber que hacer, el se agacha y recoge mi cuaderno. "Ten" me dice mientras me da el cuaderno. Pero no logro reaccionar. El se da cuanta y se pone de pie.

Sus ojos son azules y me miran. Me miran. Pero no solo me miran, esos ojos me evalúan. Y reacciono.

"Eh, gracias" digo, agarrando mi cuaderno de su mano. Cierro mi casillero y corro a toda velocidad a mi salón.

La gente no me habla.

No a Madison Owens.

IraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora