Capítulo 1
Brooke
Siempre me gustó sentarme al filo de la cama y empezar a pintar en un lienzo blanco, esperando que mis manos quedasen marcadas por la pintura y mi cabeza fuera una maraña de cabellos rubios sueltos cayéndome en el rostro. Llevar puesto los audífonos con música suave que me ayudaba a concentrarme en cada trazo que mi mano daba.
Hacía tres años me había mudado a Vermont y parecía que llevaba toda una vida viviendo allí. Me gustaba el clima, y la tranquilidad que se sentía en cada salida, cada paso que daba y sobre todo, la paz que se podía respirar. Me sentía libre como una paloma sin miedo de salir y escuchar a la gente murmurar sobre mí.
Allí nadie sabía de mi pasado.
Nadie sabía quién era yo.
Nadie sabía la influencia de mi nombre.
Trabajaba medio tiempo en una cafetería. No era mucho lo que ganaba y lo poco que tenía lo había conseguido con mi esfuerzo. Había tenido que buscar una compañera de apartamento para que me ayudase a pagar las facturas del mes. Sufrí un poco al principio, porque nadie daba a la talla de lo que necesitaba, pero, entonces llegó Cassandra Morgan y mi vida no fue la misma desde entonces.
Cassandra se había mudado desde Nueva York, porque decía que le gustaba experimentar la vida y por eso decidió cambiar de aires y empezar una nueva aventura en Vermont. Sus padres vivían en la Gran manzana, pero habían apoyado a su hija en esa decisión.
Mis padres eran todo lo contrario. Siempre necesitaron de un "por qué", jamás se pusieron a pensar si la vida que nos dieron a mi hermano y a mí, era lo que queríamos. Manejaron la vida de Bastian a su antojo, decidieron con quien debía casarse porque así ellos lo querían, pero nunca se tomaron la molestia en preguntárselo. Ahora, mi hermano estaba a días de casarse con una mujer que no quería y pronto sería más infeliz de lo que ya era.
Bastian era un hombre adulto, llevaba tiempo siendo dueño de una empresa que mi padre le había otorgado por así decirlo. Era muy bueno en todo lo que hacía, además de que era una de las empresas más reconocidas gracias a su dedicación y esfuerzo. Pero nada de eso lo hacía feliz.
Sophia era hermosa, pero muy manipuladora y egoísta. No se necesitaba ser muy inteligente para saber que solo quería el puesto social que tenía mi hermano y el apellido que para su familia era más importante.
Me quité los auriculares cuando un torbellino de cabellos negros se asomó por la puerta. Cassandra arrugó el entrecejo y sacudió la cabeza.
— He llegado de una jornada de trabajo y lo primero que encuentro es un silencio muy aterrador — dijo riendo — han dejado esto para ti —me tendió un sobre amarillo que lo cogí con las manos llenas de pintura, pero no me importó.
Abrí el sobre con cuidado y lo primero que vi fue la invitación para la boda de mi hermano. Un libro que mi abuela me había enviado y un boleto de avión. Esperaban que fuese con cinco días de antelación, ya que mi madre quería que todos saliéramos en una foto familiar. Eso solo significaba una cosa, salir en revistas, periódicos y estar en páginas de internet.
Me había costado mucho mantenerme al margen, para que en un segundo todo se fuera a la mierda.
— Tu sexy hermano se casa —ojeó ella.
Exhalé y asentí.
— En pocos días, si —me froté los ojos —esperan que este ahí cinco días antes.
— Eso quiere decir que debes viajar hoy mismo.
Abrí la boca y volví abrir el papel y efectivamente, debía viajar ese mismo día.
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El arte de amarte ©
Lãng mạnMe asustaba quererlo tanto. Me asustaba pasar la línea tan estrecha que se había creado entre nosotros en tan poco tiempo. Odiaba no haberme dado cuenta de que mis sentimientos no eran correspondidos. Cuando las cosas cambiaron entre nosotros, el re...