El arte de amarte ©

Capítulo 3

Capitulo 3

Brooke

Lei detenidamente las tarjetas doradas que se encontraban sobre la mesa y mordí mi labio interior sonriendo ante las tipicas cursilerias que se le ocurrian a mi madre.

Los invitados estaban llegando de poco a poco y ocupaban algunos rincones de la casa con sus trajes costosisimos y copas de champán en  mano.

— ¿Te estás divirtiendo? —rodé mis ojos y reí. Tipica pregunta de mi madre.

— Claro — mentí. Queria irme rápidamente de ese lugar—Te ha costado muchísimo dinero toda esta payasada mamá. Por... PORQUÉ simplemente no dejas que Bastian haga las cosas a su manera.

— Porque tu hermano no sabe nada. —me miró desafiante. — Quiero que todo quede perfecto organizado desde ahora. Y para eso, yo debo encargarme de absolutamente todo.

Estaba cansada, cansada de que mi madre quisiera meterse en nuestras vidas como si fueran de ella. Sabia perfectamente que nuestra relación no era muy buena, pero intentaba hacer las cosas mas faciles para las dos, aunque ella se comportara de una forma bastante peculiar.

No diré que no tenía la culpa de que eso fuese asi. Pero, no eran motivos para que nuestra relacion de madre e hija fuera un desastre. Empezando con las pocas muestras de afecto que tenia hacia mi cada vez que me veía o por ejemplo... mi forma de vestir le causaba dolor de cabeza.

A pesar de todo era mi madre y pese a todo lo que estabamos pasando, simplemente no podia hacerla un cero a la izquierda y pretender que no existia en mi vida.

— perfecto — añadí alzando las manos— No juzgaré tu manera de hacer las cosas.

Me miró detenidamente a los ojos y asintió sonriente.

Muy pocas veces habia visto esa sonrisa y me gustó que por primera vez fuese sincera.

Papá apareció y le dió un beso en la mejilla. No se había percatado de mi presencia. Cuando me miró se acercó a mi e hizo la misma acción.  Solo que esta vez, sus ojos tenian un brillo diferente, tan distinto y sabía tan bien a que se debía. 

— Te miras preciosa, mi niña. Tan perfecta que parece mentira que estés aquí, en casa, con nosotros.

— No empieces, Papá. — llevé mis manos a mi cara y sonreí — Harás que llore y yo no quiero llorar.

Me abrazó fuerte y me dió un beso en la frente.

— Lo sé, eres fuerte. Solo quiero que esta noche tú y tu madre lleven la fiesta en paz, Brooke. — reí — Sé que no son amigas de siempre, pero hazlo por tu hermano y por tu abuela que te quiere.

— y por ti.

Asintió

— Intento hacerlo, pero ella no es capaz de entender que no vivo con ella, Papá.  — mi padre suspiró con fuerza — Quiero... de verdad que quiero llevar una vida tranquila sin tener que preocuparme de que una cámara me siga, pero no lo hace fácil.

—  Tu madre era modelo antes de tenerlos a Bastian y a ti. Su carrera no se ha terminado, hija. Ella sigue de pie en eso y seguirá — negué — Es asi Brooke y debes entenderlo.

— Lo haría y la entenderia, y no la juzgo por lo que sigue haciendo y le apasiona. Pero...

— Te fuiste de casa cuando todavia eras uña niña — alegó — Me partió el corazón que hubieras hecho eso, pero acepté que te fueras con tú abuela a Portland porque era eso lo que querias.

Negué

— No me fui por ti. Simplemente no queria seguir viviendo esta vida.— le dije con un nudo en la garganta. Ya no queria seguir discutiendo algo que no tenia remedio. Siempre terminada siendo la mala   —Te amo, Papá. Pero esta noche, solo quiero que todos seamos felices

Le di un beso en la mejilla y me giré sobre mis talones.

No queria discutir con él por algo que ya todos sabiamos y terminaba siendo la imperfecta hija.