Llevo exactamente dos días, seis horas, cuarenta y tres minutos y quince segundos sin hablar con Mia.
Compruebo el móvil por enésima vez en el día de hoy, y suelto un largo suspiro de exasperación al ver que no hay nada, ni un maldito mensaje o una llamada de mi amiga. Pulso en el icono de Facebook, y me encuentro con cientos de publicaciones de Mia de estos dos días que ha estado sin mí. Parece ser que se lo está pasando de lo lindo con sus magníficas compañeras de piso a quien tuve el placer de conocer (nótese el sarcasmo), posando como una estúpida en cientos de selfies que ha colgado por las redes sociales.
En este momento recuerdo como la pelirroja se reía de las distintas formas de poner la cara que hace la gente cuando se hace una foto, y, de alguna forma, eso me hace enfadar más. Oigo como alguien pica suavemente a la puerta, y las cabezas de Courtney y Leah aparecen en mi campo de visión.
-¡Hola Alex! .- saluda Leah con entusiasmo, en un intento de animarme-. ¿Quieres salir con nosotras?¡Esta noche hay una fiesta en el campus!
-No.
-¿Porque?.- pregunta Courtney tímidamente.
-Porque no. No tengo nada para ponerme.
-Yo te presto algo.- suelta la chica sin pensar, y yo le lanzo una mirada significativa.
-No es por nada, pero creo que tus vestidos me irían bien como camiseta.- le recuerdo, y ambas sabemos que es totalmente verdad. Mi altura siempre ha sido un problema a la hora de compartir ropa con... Mia.
Mierda, ya estamos otra vez. ¿Porque no me la puedo quitar de la cabeza?
-Cierto. Pero tienes el que te regalamos Mia y yo.- me dice Leah.
Ahora entiendo porque no me la puedo quitar de la cabeza. Hay gente que me la recuerda constantemente.
-Gracias por recordar el nombre de Mia de nuevo.- espeto, de mal humor.
-Lo siento, de verdad, pero tienes que superarlo. ¡Ni que te hubiera dejado el novio!.- bromea Leah, y Courtney le da un codazo en las costillas para que se calle.
-Bueno, no me ha dejado él, más bien he sido yo.- le recuerdo.
-Chica, hoy estás que te sales.- le dice Courtney a su amiga, dándole unas palmaditas en la espalda.
-Xxst, que ahora hablo yo. Mira Alex, no queria llegar a estos extremos, pero como no vengas tu por las buenas a la fiesta, tendremos que recurrir a Will para que venga a ayudarnos. Y, créeme, nuestros métodos serán mucho más suaves que los suyos. Y que sepas que él también está preocupado por ti, y estaría más que contento de ayudarnos.
-¡Eso es verdad!.- grita una voz conocida -la de Will- desde el pasillo.
-Está bien, iré. ¿Pero estará Mia?¿O Mark?
-Ehhh ¿Que más da si están?.- improvisa Courtney-. Lo importante es pasarlo bien.
- Vamos, que vienen.- concluyo. Veo como Leah abre la boca para protestar, pero yo agito la mano, restándole importancia-. No te preocupes, da igual. Iré.
-¿Sí?¿Nos lo prometes?.- ambas sonríen y yo asiento, provocando que choquen sus palmas.
-¡Preparate para las ocho!
No me da tiempo a contestar, pues cierran la puerta. Bueno, de todas formas no me podía quedar toda la vida encerrada en la habitación, en algun momento u otro tenia que salir. Me levando de la cama, decidida a airearme un poco. Cuando bajo al comedor, veo que no hay nadie.
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She is NOT one of Them
Teen FictionPara muchas chicas universitarias, estar por error en una residencia llena de chicos con las hormonas disparadas, puede ser lo mejor que les ha pasado en la vida. Para Alexia Martin, eso es lo PEOR que le puede pasar, sobretodo si el error fue po...