28. Fiestas, cubatas y mañanas con resaca

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Abro mis ojos lentamente, y siento un fuerte dolor de cabeza. El mundo me da vueltas y hay algo que zumba en lo más profundo de mi cerebro. Mis ojos se acostumbran a la luz del día, y hecho un vistazo a mi alrededor.

Estoy en mi habitación. 

En mi cama. 

Con... ¿¡Mark!?

Oh, dios mío, ¿Qué hice anoche? Me miro y compruebo que estoy vestida, él también. Pero igual... igual nos vestimos después de... nada, porque nada puede haber pasado. 

Nada ha pasado. 

Nada ha pasado.

Nada ha pasado. 

Pero entonces... ¿Qué hace él en mi ca...?

NADA HA PASADO, me asegura mi voz interior, muy segura. 

No me acuerdo de nada, pero mi cerebro pensante comienza a recibir flashes de lo sucedido la noche anterior, la fiesta... y todo. 

...............

9 horas antes

-Pero... ¿Qué te has hecho en la cara?.- chilla Courtney, totalmente escandalizada al ver mi cara bañada de chocolate. Yo me limito a esbozar una sonrisa de disculpa, y entre Leah y Courtney me llevan a rastras escaleras arriba. 

La novia de Chris se espera junto a mí delante de la puerta del baño mientras Courtney entra en mi habitación y sale de ella con todo mi set de ducha, el vestido que me voy a poner para la fiesta y un estuche de maquillaje cortesía de Mia. Leah me alarga los brazos hacia delante y su amiga deposita todo el contenido de sus brazos en los míos. 

-Hasta que no estés limpia y reluciente como si te hubieran sacado brillo no te molestes en salir.- comenta Courtney con una sonrisa, y acto seguido me empuja dentro del baño y cierra la puerta antes de que pueda protestar. 

Dando un largo suspiro me quito la ropa y me meto bajo la ducha. Poco a poco noto como el chocolate -ya reseco- abandona mi cara. Me aplico todos los potingues que me han dado, aunque estoy segura de que no uso correctamente ni la mitad. Finalmente salgo de la ducha, me seco con la toalla y me pongo el vestido. 

-¡Chicas!.- grito-. ¿Me ayudáis con el vestido?

Sin ni siquiera pedir permiso, Leah entra en el baño, y, al verme vestida, sonríe:

-Así mucho mejor... El chocolate no te favorece. Gírate para que te pueda atar el vestido.- ordena, y yo obedezco, colocando mi pelo a un lado para que pueda atarme el botón-. ¿No te harás nada en el pelo?

-No. 

-¿Porque?

-Porque da igual. En la oscuridad de la noche no se ve nada. 

-Bueno. El pelo lo dejo en tus manos.- comenta, mientras sale por la puerta, y yo comienzo a recogerme el pelo-. Pero ni se te ocurra hacerte una cola de caballo. 

Suelto mi pelo de repente. 

-¿Tan obvia soy?.- pregunto, derrotada-. Es que es el peinado más cómodo que existe.

-Para presumir hay que sufrir.- grita Courtney desde el otro lado de la puerta. 

-Ya, pero yo no quiero presumir.- bufo, exasperada. 

-Bueno, somos dos contra uno, y se supone que estamos en un país democrático, así que nosotras ganamos. 

-Creo que no me haré amiga de nadie más que estudie ciencias políticas.- comento, y Leah suelta una risita mientras se va. 

She is NOT one of ThemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora