Espectros

Capítulo 3: Sara

En el interior del baúl sólo se encontraban papeles, fotos y un diario. Tomé una de las fotos y pude ver a una familia, se podían ver a dos personas adultas, probablemente esposos, ambos vestían ropas elegantes, y a dos niños, un niño de no más de 14 años que portaba un títere colorido, y una niña pequeña que sostenía una muñeca de porcelana; también encontré esa muñeca y ese títere, tomé el diario, cerré el baúl y bajé rumbo a mi cuarto.

Estando sentada frente al escritorio, abrí el diario y leí la primera página:

13 de mayo de 1987.

Querido diario:

Es la primera vez que ocupo un cuaderno como este, no sé por dónde empezar. Bueno, me llamo Sara, y ahora tú serás mi nuevo amigo y tu nombre va a ser Jelly. Vivo junto con mis padres y mi hermano en una gran casa en un bosque. Nunca he tenido amigos, sólo tengo uno llamado Todd, y tú Jelly. Mi madre y yo somos como hermanas, la quiero mucho. Mi padre es cariñoso, pero en ocasiones es muy agresivo; yo aun así lo quiero. Mi hermano y yo no nos llevamos bien, él siempre me molesta y me quita mis cosas.

En la escuela no estoy con nadie más que con Todd. Nos juntamos detrás de los baños de la escuela, donde nadie nos puede ver o molestar. Todd está conmigo a cada hora del día. Es mi mejor amigo y lo conozco desde que tenía 7 años.

Papá se va a trabajar la mayor parte del día, mamá está muy ocupada y mi hermano sólo me molesta. Quiero que alguien más aparte de Todd me escuche. Supongo que como primer escrito es suficiente.

Adiós Jelly.

Sara.

Al parecer el diario era de esa niña, la niña de la foto, Sara. En ese momento se abrió la puerta, eran mi madre y Bruno. Bajé para preguntar a mi madre si conocía el baúl.

-Madre, en el ático encontré un baúl-dije.

-¿Un baúl?

-Sí, un baúl grande y rojo. ¿Lo conoces?

-No hija, debe ser de tu padre.

-No lo sé, tenía fotografías de personas desconocidas y muñecos, incluso el diario de una niña.

-Los dueños anteriores debieron dejarlo aquí.

-No estoy segura de eso. El diario tiene su primer nota en 1987.

-Cuando llegue tu padre le puedes preguntar.

-Está bien-Me retiré a mi habitación y guardé el diario en un cajón de mi escritorio.

Por la noche, cuando llegó mi padre, le pregunté acerca del baúl, pero él tampoco supo responderme, no era de él. Regresé a la cama, no quería cenar. Recuerdo haberme dormido muy rápido.

Eran las 3:00 am cuando me desperté. Escuchaba algo proveniente de mi armario, un llanto. Me levanté con cuidado de no hacer ningún ruido y me acerqué a las puertas del armario. Una de las puertas estaba entreabierta, por lo que posé mi ojo en la abertura. Dentro del armario estaba muy oscuro, no podía ver nada, pero seguía escuchando el llanto; iluminé el interior con la luz de mi celular y vi a una niña que estaba dándome la espalda, sentada y con la cabeza entre las rodillas. Me alarmé mucho; salí corriendo de mi habitación hasta la mitad del pasillo, en ese punto dejó de escucharse el llanto. Segura de poder hacerlo, regresé a mi cuarto y me recosté en la cama. Al posar mi cabeza sobre la almohada, volví a escuchar el llanto, pero esta vez al lado derecho de la cama, a mis espaldas. Tras el llanto, la voz que hubiera estado cantando la noche anterior susurró:

-Todd lo hizo...

Grité tan fuerte como pude. Mis padres llegaron corriendo a mi cuarto, les dije que todo había sido una pesadilla y me dejaron sola. Ella era Sara. Pero, ¿qué quería de mí?